La botella tiene más de 30 años y llevaba más de diez vacía. El mimbre que rodea la parte superior estaba bastante gastado y el asa estaba casi descolgada.
Y como el salón de mi amiga Raquel es rojo, negro y blanco, había que cambiar los colores y darle un toque más moderno.
Como no tenía flores a mano, salí a la calle a por unas ramas y les puse mis propias flores blancas y rojas.