Este verano, me propuse limpiar y darle un poco de brillo a una mesa de campo muy antigua, muy bonita. No estaba en muy mal estado pero le hacía falta un buen repaso de limpieza, raspado y posterior encerado. Iba destinada a formar parte de la decoración de una tienda.
ANTES
El local pasó por un proceso de decoración único y muy interesante. Cuando lo cogieron, era muy simple: las paredes pintadas de blanco, un suelo laminado de parquet falso y unos halógenos en el falsto techo. Había sido una oficina en el pasado. Todo esto se cambió: el suelo se arrancó para dar paso al hormigón pulido, las paredes se blanquearon con cal y se quitó el falso techo para en su lugar, insertar unas rejillas de metal y colgarles unas lámparas de tela (el blog de Cosas de Palmichula publicó un post relacionado con estas lámparas). A modo de estanterías, se utilizaron unos tablones pintados en blanco sostenidos por unos tubos de acero corrugados (utilizados en construcción) colgando del techo; algo muy industrial.
Total: el cambio fue espectacular y así es como un simple local sin alma se transformó de repente en una azotea de casa andaluza rodeada de olivares. Para recrearlo, se cogieron unos ramos de olivos y se le dio spray blanco en las hojas.
En cuando a la mesa: tras una labor de limpieza, sobretodo entre los tablones, la traté contra la carcoma y luego tapé los agujeritos con masilla. Una vez lijada, utilizé la cera incolora Les Antiquaires y con la pistola de calor, terminé el proceso de encerado. Ahora forma parte de la decoración de una tienda de ropa veraniega, bisutería y artículos de moda de mucha calidad y cuyo gusto es exquisito. Una gran harmonía entre lo industrial del local y el estilo boho chic de los artículos.
DESPUÉS
Hice las primeras fotos con el móvil y luego con la cámara, por lo que se pueden notar unas diferencias de tonos. Aquí van las fotos del ANTES y DESPUÉS, el paso a paso y cómo está la tienda ahora. Espero que disfruten?