El esmalte sintético es el tipo de pintura que mejor conserva el brillo, además es ideal para pintar muebles y puertas, tanto para protegerlos como para porporcionarles un acabado liso, uniforme y resistente. Se utiliza mucho para lacar y en pinturas en spray.
Al no ser una pintura al agua, hay que tener cuidado de no manchar la superficie que no deseemos pintar ya que se ha de eliminar con disolventes. Cuando pintamos con rodillo es más difícil que nos caiga una gota o manchemos de forma indeseada pero cuando utilizamos pistola o spray es fácil que el polvo se deposite en el suelo o paredes, puertas, muebles, etc., a pesar de haberlos protegido (lo digo por experiencia propia). También existen casos en los que es peor el remedio que la enfermedad y podemos dañar la superficie a limpiar con los disolventes para eliminar el esmalte.
Después de mi primera incursión con las pinturas en spray y de que se me llenara el parquet de polvillo azul, así como la cara y manos, descubrí casi por casualidad que con las toallitas desmaquillantes se podían limpiar los restos de esmalte sintético sin gran dificultad, incluso aunque estuviera seco. Hace poco estuve pintando también con esmalte plateado y volví a comprobar que pasando una toallita desmaquilltante se eliminaban fácilmente los restos de pintura en manos y suelo.
En definitiva, cuando pintéis con esmalte tened siempre a mano unos paquetes de toallitas desmaquillantes, no es necesario que sean de las más caras (yo utilizo una marca blanca), para mi es sin duda una de las mejores formas de eliminar manchas en la piel y superficies delicadas ¡y además dejando un olor agradable!
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