Aunque existe una gran controversia con respecto a los orígenes del bargueño en nuestro país, lo cierto es que fueron los árabes durante el periodo de ocupación de la Península Ibérica quienes lo introdujeron. Pero fue más adelante cuando, debido a su adaptabilidad, funcionalidad y belleza artística, no sólo pasó a ser un habitual en las moradas españolas, sino también en las de toda Europa.
Un paseo por su Historia
El término bargueño lo utilizó por primera vez en 1872, Juan Facundo Riaño, en el catálogo de objetos artísticos españoles del Museo Victoria and Albert de Londres, y fue admitido por la Real Academia de la Lengua en 1914.Monarcas como Felipe II y Felipe III decoraban sus palacios con este tipo de muebles, los cuales estaban también sujetos a los movimientos artísticos e intelectuales de la época, lo que supuso una revolución en su diseño con la llegada del Barroco.
El cabinet español
Una de las máximas autoridades en Arte Decorativo en España, la historiadora, María Paz Aguiló Alonso, definió al bargueño como "el tipo de escritorio más propiamente español del Siglo de Oro". Aunque en Europa existía un tipo de muebles con similares características llamado cabinet. Al alcance de unos pocos
Hasta la literatura de una de las mejores plumas del mundo, como es la de Pérez Reverte, en su obra El Capitán Alatriste, nos desvela el mueble español por excelencia como un elemento lujoso al alcance de unos pocos afortunados.El bargueño ha sido la flor y nata de la decoración otrora, incluso el pequeño tesoro de algunos monarcas del Viejo Continente. Pero actualmente estas piezas se constituyen como verdaderas obras de arte expuestas en los mejores museos y citadas en los libros de Historia.
Materiales para su saneamiento
- Bisturí.- Paletina.
- Aspirado de ángulos.
- Brocha limpiadora.
- Lijadora.
- Masilla reparadora.
Instrucciones básicas
Lo primero que tenemos que comprobar es que el bargueño está limpio y sin irregularidades. Si no se cumple, es necesario lijar la superficie, pero con cuidado para no estropearlo. Para evitar que la madera vuelva a deteriorarse, aconsejamos la aplicación de un barniz incoloro. Las piezas del mueble que quitamos a priori también se deben limpiar con productos específicos, para después ser restituidas.En el caso en el que madera tenga desperfectos, existen productos como la masilla reparadora que arreglará esas pequeñas irregularidades. Para asegurar un acabado excelente, es recomendable rascar todo el mueble hasta eliminar las partes deterioradas.
Existen muy diversos tipos de bargueños: con dibujo, lisos, policromados, con relieves, que a la hora de restaurar, pueden requerir un tratamiento y cuidado distinto. Por eso, es importante tener en cuenta la antigüedad, características y valor del mueble a la hora de sanearlo.