Hace ya algún tiempo (varios meses) que os enseñé este baúl en Fabebook, y ya hace un par de meses que lo tengo terminado, pero entre la Navidad y las recetas, hasta ahora no había encontrado el momento de publicarlo.
Así es como se lo encontró mi vecino junto a nuestro patio, con un cartel que ponía: "Retirar por el ayuntamiento" menos mal que lo rescató y procedimos a su indulto, por que ha quedado genial. Las fotos no le hacen justicia y además es super grande, con deciros que quepo dentro, ya os podéis imaginar.
Lo primero que hice fue quitarle la hoja de lata que lo cubría y decoraba. Con cuidado y paciencia, ya que este material es altamente cortante.
Después me lo subí a la azotea (con la inestimable ayuda de mi vecino) para lijarlo y reforzarlo. Poniéndole unas escuadras y una chapa en el fondo por fuera.
Aquí la chapa. Es una trasera de un armario que también me consiguió mi vecino. Y es que es lo más, con deciros que además de encontrar cosas también me ayuda, de hecho acabó serrando él las piezas, junto con otro vecino que enredé.
Luego lo volvieron a bajar a casa, y que como os digo tengo unos vecinos la mar de majetes que si me ven en apuros siempre me echan un cable para que no acabe rodando por las escaleras.
Y con la ayuda de esta grapadora manual, procedí a forrarlo. Esta vez lo hice con grapadora manual para que veais que se pueden conseguir buenos resultados, pero a Dios pongo por testigo que nunca más. Yo que estoy acostumbrada a tapizar con la grapadora eléctrica de mi hermano, casi pierdo las manos en el esfuerzo, con lo que os digo que merece la pena invertir un poco de dinero en herramientas o tener a un amigo, vecino o familiar que nos las preste.
Primero lo forré con cartón, para evitar que entre el polvo. Asegurando después las juntas con cinta de pintor.
Después lo forré con un edredón viejo (con los tozos que me sobraron del joyero) como dentro va ropa de cama y toallas quería que quedara mullidito, no sé, manías que no curan los médicos.
Y por último capa de tela. La tela son unas viejas cortinas que tuvo mi hermana hace 1.000 años, y es que reciclando materiales se obtienen muy buenos resultados.
Ahora es cuando viene lo divertido y pringoso, por eso tenemos que proteger bien el trabajo hecho. Yo preferí tapizarlo primero por que luego no quería andar dándole vueltas al baúl ya decorado, por si se rayaba o algo, pero también lo podéis hacer al revés.
Lo pinté todo de blanco, con una mezcla de pintura blanca y agua, así se deja ver la veta de la madera, cosa que me gusta especialmente.
Esta es la servilleta que he elegido para decorar la tapa.
Como hace dibujo la servilleta, lo primero que tenemos que hacer es presentar todas las piezas que necesitaremos para evitar que luego los dibujos no casen.
Colocamos definitivamente la servilleta con la técnica de decoupage que os expliqué aquí.
Las patas y el fondo por la parte de fuera del baúl las pinté con pintura en spray.
Coloqué las patas reforzándolas con escuadritas ya que hay que arrastrar un poco el baúl para poderlo abrir y acceder bien al interior.
Y por último con ayuda de pegamento caliente, coloqué unas tiras de cordón y un poco de puntilla. La puntilla además tapa las grapas superiores que van por dentro sujetando la última capa de tela.
Y así quedó por dentro.
Y así por fuera.
En fin, que estoy encantada con el resultado, por que me hace juego con el espejo que os enseñé aquí y además caben muchísimas cosas dentro.
Y esto es todo por hoy, sólo desearos un feliz lunes y una mejor semana. Hoy os dejo en compañía de Raphael y el tema "Ámame" animadito y romanticón a partes iguales.
Cerré mi boca y te hablé de mil maneras silenciosas.- Rumi