Llega el calor y con él las ganas de nadar y bañarse en una piscina para obtener unos momentos de relax y, de paso, practicar algo de deporte. ?Por qué no poner una en casa? Además de ser bastante más cómodo, se evitan los desplazamientos y otras inconveniencias. Lo único necesario para disfrutar de un espacio relajante y exclusivo en el hogar es algo de espacio en el jardín.
Como en todo, hay muchos tipos de piscinas, dependiendo del tamaño, de la forma, de la profundidad, de la estructura y el montaje, etc. Por ello, hay que tener en cuenta el entorno en el que se va a ubicar. El tamaño debe ser el adecuado, lo suficiente para que deje espacio alrededor, al menos para caminar, pero sin acotarla en unas dimensiones mínimas. El diseño debe ser algo muy estudiado para que no desentone con el resto del jardín.
Las piscinas son incluso una inversión. Pueden resultar un valor añadido al coste de la vivienda y se valoran mucho en la venta de la casa porque pueden usarse durante toda la vida. Además, en el caso de las individuales, no se necesitan permisos especiales para su construcción ni para su mantenimiento ya que la normativa se relaja en aquellas instalaciones de uso y disfrute para una sola vivienda.
Opciones más frecuentes
Hay que tener en cuenta, a la hora de instalar una piscina en una casa, que es irreversible y que seguramente durará muchos años. Por ello se debe elegir muy bien. Básicamente hay dos tipos de construcciones: las prefabricadas y las de obra, dependiendo del dinero que se tenga para gastarse y del tiempo del que se disponga para su fabricación; actualmente se está imponiendo una tercera vía a base de paneles, que resulta de un sistema mixto entre ambas estructuras.Para cualquiera de los tres tipos, lo fundamental es la excavación, que puede costar de 500 a 4.800€ y que es lo más complicado de la instalación por las molestias que ocasiona. Cuando se comience a excavar ya hay que tener pensado el tipo de piscina que se fabricará, así como su disposición y su tamaño. Es importante tener en cuenta que hay que dejar al menos un metro adicional de terreno alrededor.
Entre otros factores a tener en cuenta, están el clima (para que salga rentable es mejor que el calor esté presente durante algún tiempo) y que tenga un buen acceso, tanto para el proceso de la obra como para su uso posterior. Lo ideal sería que estuviera resguardada del viento y alejada de cualquier elemento que le proporcione sombra mucho tiempo, como un muro alto. Además, para mantener limpia el agua, es recomendable situarla lejos de árboles que suelten pelusas u otras sustancias.
Desde 1.800 €
Las piscinas prefabricadas tienen una estructura fuerte para resistir el paso del tiempo y materiales que aportan estabilidad frente a los choques y roturas. Son, además, indeformables y resisten los cambios bruscos de temperatura, así como a los agentes químicos y atmosféricos. Son la solución más barata y dispone de gran cantidad de modelos y tamaños para que se puedan acoplar a cualquier espacio y terreno. Se instalan sobre una base y rodeadas de grava. Su precio oscila entre los 1.800 y los 9.000 €. Es la opción más cómoda.Con las piscinas de obra se puede optar entre el encofrado o la construcción de hormigón, aunque ésta última ha sido sustituida en los últimos años por el hormigón gunitado, que se aplica con una pistola a presión. Es muy eficaz porque evita las junturas, para mejorar la estanqueidad de las piscinas. Se adapta fácilmente a las superficies curvas. Son las más caras ya que un modelo de 8 x 4 metros puede llegar a costar unos 12.000 €, sin contar extras.
Pero existe otro tipo de piscina. Son las que se construyen con un sistema mixto, otra modalidad fabricada a base de paneles que se unen en función de la medida y la forma de la piscina. Después se echa hormigón, que penetra en los paneles, y se recubre con un PVC flexible. El coste de este tipo de construcción suele rondar los 9.000 €.
Los extras, mayor confort por bajo precio
Con todo lo anterior ya se dispone de lo básico, la piscina, el agua y todo lo demás. Pero si se quiere que el baño sea realmente único se pueden añadir algunos extras a la construcción. Entre lo más demandado están los sistemas eléctricos especiales para zonas húmedas, con tomas de tierra fiables, alimentación adecuada y aislamiento garantizado, una característica fundamental porque la combinación entre el agua y la electricidad es muy peligrosa.La iluminación subacuática permite en este sentido realzar la piscina durante la noche y crear ambientes distintos combinando colores e intensidades. La fibra óptica se está desvelando como el sistema más seguro y eficaz ya que se basa en hilos que transmiten luz y que no tienen riesgo alguno. Además, el consumo es muy bajo.
Si son los niños los que más van a aprovecharse del agua, también se puede optar por un tobogán o trampolín, cuyo precio no resulta muy elevado en el conjunto de la piscina y que resulta muy divertido para los más pequeños de la casa.
Mantenimiento del agua
La limpieza del agua es fundamental y además puede facilitar la vida del poseedor de la piscina ya que un correcto mantenimiento puede hacer que dure hasta siete años. Lo más común es el uso de productos químicos que desinfectan y conservan el agua, pero también se puede optar por sistemas físicos que la purifican mediante la generación de iones (cobre/plata).Aunque el mayor uso de la piscina se vaya a dar en épocas veraniegas, el cuidado debe efectuarse durante todo el año para un correcto mantenimiento. Además de cubrir la estructura, debe depurarse el agua o utilizar un producto de hibernación para evitar que crezcan algas.