El maniquí es algo que todos asociamos a los desvanes llenos de trastos arrinconados Y, naturalmente, igual que tantos enseres de todo tipo, un maniquí se convertirá en un adorno precioso, original, encantador, gracias al tuneo. Hoy te enseñaremos a tunear un maniquí.
Antiguamente se fabricaban en cartón, pero desde hace mucho se utiliza otro material, PRFV, es decir, resina reforzada con fibra de vidrio. Esto significa que podremos darle a nuestro maniquí el acabado que nos apetezca, con la seguridad de que el soporte no resultará dañado.
Para tunear un maniquí empezaremos quitando el tejido que lo recubre para después limpiar toda la superficie con un disolvente. Y ya tenemos campo libre para comenzar el tuneo propiamente dicho: imprimación al canto, y a pintar en el color que nos apetezca
Tienes el proceso explicado paso a paso en este reportaje. ¿Te animas a tunear un maniquí?