La desaparición de los oficios artesanales nos pone ante la necesidad de abordar por nuestra cuenta ciertos arreglos muy específicos en el hogar. Uno de los más habituales es el tapizado de sillas, butacas y sillones, ya que la tela se desgasta con el roce, y los muelles se vencen. También interviene el factor decorativo: el tejido puede haber pasado de moda, o simplemente no gustarnos.
El tapizado es un conocimiento muy práctico, ya que los muebles más numerosos en cualquier casa son los asientos. Además de la puesta a punto de nuestras sillas, si sabemos tapizar podremos renovar piezas antiguas singulares, y también una bonita silla que encontremos abandonada, como en el ejemplo de nuestra amable lectora Amantisima.
Amantisima vio esta silla en un contenedor. “Estaba sin un solo agujero de carcoma. Me limité a decaparla y maquillarla con goma laca sin dar tinte ni nada, pues me gustaba el tono. La terminé con una mano de cera”. Observemos los listones interiores del asiento, aptos para el montaje elegido por nuestra lectora.En vez de un soporte creado con cinchas cruzadas, como en el ejemplo de Anavazvaz, otra experta del tapizado, Amantisima opta por una base de madera.
Nuestra lectora quiere el asiento bien mullido, de forma que pone dos planchas de gomaespuma. La primera va cortada justo sobre la base de madera, y la segunda como veremos debe tener mayor tamaño.
La segunda plancha quedará en la parte de arriba, y es la más importante del asiento. Amantisima extiende la cola de contacto en la madera en la parte superior y en la esponja en la parte inferior. Pronto veremos el motivo.
Se monta la parte inferior de la esponja con el borde superior de la madera. Como suele ser habitual en algunos adhesivos, después de aplicar conviene dejar secar la cola unos minutos al aire, antes de realizar la unión.
Pegando así la espuma el asiento gana un borde redondeado, sin aristas incómodas.
Hay que examinar los dos lados de la tela, porque puede suceder que el reverso nos parezca más bonito y adecuado que el lado ‘normal’. En el tapizado se comienza centrando bien la tela y sujetando con grapas el centro de cada lado, explica Amantisima. Debemos tensar la tela a tope, el propio hilo te hace ver si está derecha o no.
Tensaremos bien al colocar cada grapa. El resultado final correcto se comprueba si, al pasar la mano por encima, no se hace arruga en el extremo. Por debajo del asiento, después de recortar el sobrante de la tela, sobre todo en las esquinas, Amantisima añade una tela negra, igualmente grapada.
El asiento queda sólidamente apoyado en el rebaje interno formado por los cuatro listones que señalamos al comienzo. Y de esta forma, con un sencillo arreglo, Amantisima ha conseguido un mueble muy atractivo, que aporta encanto y calidez a ese rincón de su casa.