Los montajes veraniegos en el jardín y en el ático tienen un imperioso requisito: han de ser muy resistentes, en todos los sentidos. La madera de la pérgola, el tejido del toldo y los tubos metálicos del armazón deben soportar las duras inclemencias del sol, el viento y la humedad nocturna, durante todo el verano. Principalmente se nos ocurren los nudos y poleas, pero seguro si existen alternativas.
Las exigencias de firmeza y seguridad alcanzan a todos los componentes, por ello analizaremos los Nudos y poleas , imprescindibles en muchos elementos provisionales, como las hamacas y los toldos. El asueto y el relax que tanto deseamos requieren materiales de plena garantía. Nuestra recomendación es utilizar algunos repuestos comunes del deporte de la vela.
Los repuestos que se utilizan en el deporte de la vela, por su resistencia a la corrosión y su enorme capacidad de trabajo, son inmejorables para la instalación de toldos, hamacas y otros agradables elementos veraniegos. Analizaremos las prestaciones de las cuerdas y las poleas, así como algunas reglas sencillas para el montaje.
En calibres también hay una oferta muy variada. La driza del número 4, que vemos aquí en dos madejas, es idónea para muchos montajes de jardín, a pesar de su finura puede resistir tracciones de 250 kilos. Cuesta unos 30 céntimos el metro.
Este mosquetón de plástico es una sujeción de cómodo manejo. Muy ligero y resistente, tiene una pestaña flexible de seguridad. Introducimos la cuerda por el agujero del extremo, y la sacamos por un lateral.
Con un sencillo nudo, la cuerda quedará afianzada, y ya tenemos una atadura eficaz que se encaja fácilmente en una argolla, una barrita o una malla de alambre.
Aquí podemos ver una utilidad muy práctica de este montaje: tener bien sujeto a nuestro perrito en el jardín, evitando que se lance a la piscina, que pueda escaparse si alguien deja abierta la puerta exterior, o que en un descuido emprenda entusiastas labores de 'jardinería'.
Veamos ahora la forma de hacer el nudo llamado as de guía, un invento en apariencia irrelevante, pero que resulta absolutamente genial en todas las actividades de la náutica y la escalada. Los nudos eficaces deben tener dos cualidades irrenunciables: fáciles de hacer y fáciles de deshacer. De nada sirve una trabazón férrea que no podemos desatar al momento. El as de guía cumple admirablemente ese requisito.
Empezamos haciendo un bucle cerca del extremo.
Los monitores enseñan este nudo a los peques como un juego: el extremo de la cuerda es una serpiente que sube por el árbol, da la vuelta y baja pasando de nuevo por el bucle.
Ajustamos bien tirando de los extremos, y ya tenemos nuestro as de guía, probablemente el nudo más práctico y universal que existe.
Para desatar el as de guía, sólo tenemos que doblar la vuelta superior hacia el lado por donde sale la cuerda. Por increíble que parezca, aunque la amarra haya trabajado remolcando un autobús, un niño podrá deshacer el as de guía con toda facilidad.
Este aparejo, de aspecto tan inocente y menudo, puede soportar perfectamente los tirones de un toldo de jardín en un día de viento. ¡No te la juegues con materiales baratos, y utiliza repuestos de toda garantía en tus montajes de exterior!