Esta revolucionaria vivienda, creada por un equipo de 40 alumnos y 7 profesores de la Universidad Politécnica de Madrid y bautizada con el nombre de magic box, es una prueba real de la importancia que adquiere la energía solar, recurso inagotable que es capaz de hacer funcionar un hogar con el equipamiento más completo y del modo más sostenible.
Facildehacer.com realizó un recorrido por la casa solar expuesta en el Salón Inmobiliario de Madrid, que contó con un excelente guía, uno de los estudiantes que han intervenido en su levantamiento y que afirma "ojalá ganemos, porque nos hemos volcado en esta idea", añadiendo que "el corazón de magic box es un sistema fotovoltaico".
Paso a paso
Lo primero que nos llama la atención es que la casa no es de madera, como la inmensa mayoría de las viviendas en EE.UU, sino de cerámica, ya que así se evita el paso del calor al interior, y que, además, sus fachadas son desmontables.
"La primera limitación que nos encontramos es la superficie, que no sobrepasa los 70 metros cuadrados", nos explica el guía. La residencia está diseñada para una persona o una pareja y se divide en una cocina operativa, comedor, salón, despacho- se apuesta por la implantación del teletrabajo-, un dormitorio, un baño y dos terrazas. "El toque innovador lo pone un patio móvil, que abrimos cuando queramos, debido al poco espacio del que disponemos. Se trata de una apuesta compleja, pero el resultado es excelente", afirma.
"El elemento principal es la cubierta, que combina altas tecnologías y naturaleza, ya que se trata de una cubierta vegetal, ecológica, cuya función es proteger los excesos de la radiación solar. Es una gran aportación", insiste mientras nos la muestra.
Podemos acceder a la vivienda por dos zonas diferentes: los invernaderos, que se encuentran en la parte delantera, y la cocina, en la zona norte, que es por donde entran las visitas. "Es muy importante resaltar que la casa está totalmente adaptada para personas discapacitadas: cuenta con rampas, espacios diseñados para que quepan las sillas de ruedas y con todo a su alcance".
Las distintas habitaciones se dividen por medio de tabiquería, de paneles con puertas, que destacan por su elevado aislamiento acústico, 45 dB. "Se pueden colocar en la posición que nosotros queramos y no deja señales en el suelo", nos asegura este estudiante.
Prestaciones y propuestas
Este proyecto ha sido seleccionado para participar en el concurso internacional 'Solar Decathlon', que tendrá lugar en otoño de este año en el National Mall de Washington. "Es la primera vez que una universidad no americana participa", comenta Estefanía Caamaño, del Instituto de energía solar y coordinadora principal del proyecto.
Además, nos describe detalladamente en qué consiste el concurso: "nosotros vamos a presentar una vivienda unifamiliar equipada con una superficie proyectada de 70 metros cuadrados, como mínimo 42 en el interior, y una parcela de 500 metros cuadrados cuyo suministro energético procede 100% de la energía solar".
"Tendremos que superar una serie de pruebas relacionadas con diferentes ámbitos como la arquitectura, el atractivo de la residencia, documentación y estudios y comunicación, además de demostrar que cuenta con zonas de confort, equipamiento, agua caliente, iluminación, un autosuficiente balance energético y transporte, ya que la casa cuenta con un coche eléctrico y hemos de asegurar su funcionamiento", explica la coordinadora.
"Es el segundo año que se realiza este concurso y el ritmo es agotador, la primera semana montamos la casa; los ocho días siguientes los dedicamos a la exhibición de pruebas y visitas mediante Jornadas de Puertas Abiertas y los últimos tres días, a desmontar", asegura.
Las propuestas que la UPM presenta son:
* Una concepción bioclimática, con la atractiva integración de tecnologías solares.
* Multifuncionalidad de espacio, que se adapta a las necesidades de los usuarios.
* Carácter mediterráneo, con vegetación, masa térmica, materiales cerámicos y un patio.
* Electrodomésticos eficientes, sistemas de gestión para un uso responsable de la energía.
El interior de la casa
"El equipamiento es totalmente completo, lavadora, secadora, vitrocerámica... y también ha sido diseñado por los alumnos", nos cuenta Javier Neila, coordinador, mientras procede a explicarnos el funcionamiento de la casa, que se ha levantado sobre unos materiales de construcción que presentan tres características: son sostenibles, transportables y pueden ser manipulados por estudiantes.
"Hemos de hacer una distinción muy clara entre el invierno y el verano. Durante el primero, el sol entra por los invernaderos -paredes de vidrio cerradas- e incide sobre las baldosas del suelo, que precisamente por eso son de color gris oscuro, situadas sobre nuestro sistema técnico. El punto de calentamiento es el suelo, a través del cual se almacena todo el calor, que desprenderemos por la noche".
"En los meses de verano se da el proceso inverso, por la noche recogemos el frescor, el aire de la noche circula a través del forjado, el ventilador lo recoge y lo incorpora al sistema" añadiendo que "de este modo la casa se está refrescando y por el día hay que aprovechar ese aire más frío procedente de la noche que descargaremos a través del ventilador. Las rejillas que comunican con el exterior permanecerán cerradas en estas horas de máximas temperaturas", aclara Neila.
"Esta vivienda está tan bien equipada y su funcionamiento tan asegurado que podría ubicarse en medio de la montaña y no habría ningún problema", nos asegura otro de los estudiantes implicados en el proyecto.
A través de esta visita queda patente la gran utilidad de la energía solar y su aplicación práctica a la vida diaria de cualquier hogar, aprovechando una fuente inagotable como es el sol.