Las fuentes de piedras multiplican el atractivo de un surtidor en el jardín. Por más genuino y campero que sea el diseño, el funcionamiento se basa en un circuito cerrado, como en las fuentes clásicas.
Es decir, para una fuente de piedra el agua cae en un estanque, o en un suelo de guijarros con inmediato drenaje, y un motorcillo oculto la eleva hasta que vuelve a brotar.
Esto significa que sólo se pierde agua por evaporación en la fuente de piedra.
Os gustará el siguiente vídeo, que recoge los pasos de la construcción de una fuente de jardín. Hay rótulos en inglés, pero las fotos explican sobradamente la instalación.
¡La fuente de piedra es un adorno muy de moda en los jardines! ¿Os apetece verlo en el vuestro?