Todos sabemos el protagonismo que acapara la tornillería en la mayor parte de trabajos de bricolaje, mecánica e ingeniería. Su función es la de unir o sujetar, de manera desmontable, las distintas piezas con las que se está trabajando. Si el material que estamos manipulando es madera, su sujeción será considerablemente mayor que si la realizásemos con clavos.
Podríamos definir el tornillo como la pieza cilíndrica o cónica, por lo general compuesta de una aleación metálica, con un resalte en forma de hélice y una cabeza apropiada para ser enroscada. La tipología y características del tornillo son tan extensas como las tareas para los que son utilizados.
Los primeros antecedentes del uso de roscas se dieron en la antigua Grecia, cuna de la civilización occidental. El inventor fue Arquitas de Tarento y posteriormente lo perfeccionaría Arquímedes creando el tornillo sin fin y llevando a cabo la hazaña de levantar agua en el valle del Nilo.
Conocer bien la rosca
Las roscas exteriores de los tornillos son conocidas como machos. Además, son perfectamente adaptables a las hembras o tuercas para, de este modo, conseguir una perfecta unión.
No son pocas las personas que piensan que las roscas son iguales en todos los tornillos, pero nada más lejos de la realidad. Existen distintos tipos, en función del movimiento relativo entre tornillo y tuerca.
Los más comunes son los tornillos que se enroscan a derechas, o lo que es lo mismo, en el sentido de las agujas del reloj. Por el contrario, existen los tornillos a izquierdas, los cuales se enroscan girando en el sentido contrario al de las agujas del reloj.
Tipos y usos de las distintas roscas
1. Roscas triangulares: se utilizan principalmente en tornillos de fijación. Facilitan las labores de desmontaje, pero la desventaja es que pierden estanqueidad en la unión.
2. Trapezoidales: son simétricas en forma de diente de sierra, se utilizan para tornillos de transmisión, en las ocasiones en las que la fuerza aplicada tenga sólo un sentido.
3. Redondas: es el tipo de rosca que mejores cualidades mecánicas otorga al tornillo. Se utilizan en lugares o soportes donde tienen que aguantar impactos. Su uso no es nada común debido a la dificultad de su fabricación, lo que eleva considerablemente su precio.
Las roscas finas se utilizan cuando las distancias de sujeción son cortas (tabiques finos, tubos), también pueden utilizarse para evitar el aflojamiento de la unión.
La cabeza del tornillo
Su diseño responde a la necesidad de un buen apoyo que permita la cómoda y correcta colocación del tornillo evitando que pueda romperse o deformarse. Por otro lado, existen diseños nada convencionales cuyo principal objetivo es la seguridad: se pretende preservar la manipulación de elementos creando un dibujo que no pueda ser desenroscado con un destornillador convencional.
Los tipos de cabeza que podemos encontrar son los siguientes:
- Hexagonal.
- Redonda.
- Cilíndrica.
- Avellanada.
Los distintos sistemas de apretado son los siguientes:
- Hexagonal.
- Cuadrada, ranura o entalla.
- Estrella.
- Allen.
- Para apriete manual.
Las distintas tipologías de la forma de la cabeza y los sistemas de apretado se combinan para multiplicar las posibilidades en la elección de un tipo de tornillo u otro.