Modificar un mueble es la tendencia más llamativa que puedes hacer. El bricolaje actual es la renovación de viejos muebles para adaptarlos al gusto de hoy, alegre y luminoso. Colores como el blanco, el rosa pálido y el celeste bebé encabezan la paleta preferida por las foreras. Y es que hablamos de una modalidad dominada por las mujeres, como puede comprobarse a diario en el foro.
Aparte la crisis, el factor decisivo en la profusión la modificar un mueble es el gusto femenino por los ambientes acogedores y los tonos juveniles y desenfadados. La monótona austeridad de los fabricantes de antaño queda totalmente eclipsada por la habilidosa mano de nuestras lectoras. En este reportaje analizamos un deslumbrante ejemplo de tuneo, realizado por Gely 1133, una de las expertas del foro.
Modificar un mueble es un taquillón que han regalado a nuestra amiga Gely, quien lo califica graciosamente como "proletario". Nuestra amiga comienza el tuneo aplicando una mano de tapaporos, y dando después un suave lijado.
Gely mezcla gesso blanco con pintura azul, y aplica tres manos con un rodillo pequeño de esponja, ahora sin lijar entre mano y mano, para que la pátina quede bien.
Llegamos a la colocación del papel. Gely escoge uno que tiene la adecuada resistencia para el decoupage, y un bonito diseño. Tras recortar las flores que más le gustan, nuestra amiga las presenta en las puertas, estudiando su aspecto más favorecedor antes de pegarlas.
Tras dar una capa de Alkyl, la artista coloca el adorno en la puerta procurando que no salgan arrugas. Luego añade encima del papel otra capa generosa del mismo producto, y deja secar. “Debe quedar todo blanquito sin verse el dibujo”, explica nuestra amiga.
Una vez seco, el Alkyl queda absolutamente transparente, y vemos de nuevo las flores.
¡Qué deslumbrante metamorfosis está experimentando el mueble!
Llegamos al craquelado, la afición favorita de Gely. En la parte central aplica una capa gruesa de craquelador con una brocha de primera calidad, reservada exclusivamente para estas funciones. Hay que peinar lo menos posible cada franja, y dejar secar el producto al menos 24 horas.
Aquí vemos el elegante acabado que produce el líquido craquelador.
Toca ahora el turno de la pátina. La receta personal de Gely incluye barniz a la cera, esencia de trementina, cera Prager blanca, y tres pigmentos al óleo: gris, blanco y azul cobalto. Al mezclar todos los productos, el resultado tiene la consistencia y el color que apreciamos en la imagen.
La pátina se aplica en una gruesa capa. Previamente, Gely barnizó el mueble por dentro, para que la pintura no se deteriore con el uso, y la parte trasera de las puertas.
La pátina se aplica en una gruesa capa. Previamente, Gely barnizó el mueble por dentro, para que la pintura no se deteriore con el uso, y la parte trasera de las puertas.
La pátina, explica Gely, crea un efecto sutil, pero apreciable. Una vez aplicada generosamente, debe secar una semana antes de que procedamos a abrillantarla. Observaremos que de nuevo el papel de flores ha desaparecido.
Y llegamos a la recta final de este maravilloso trabajo. Gely procede a lijar la superficie patinada con una esponjilla ‘nanas’.
Después, la abrillanta con una tela de sábana vieja de franela.
En este detalle podemos apreciar la belleza del tuneo que ha realizado nuestra amiga.
Y finalmente, aquí tenemos el sensacional logro de Gely. ¡Qué mágica transformación hemos presenciado! Nuestro aplauso más sincero para la artista.