Los cojines además de ser mullidos y proporcionarnos un confortable descanso para nuestra cabeza o espalda, son un excelente recurso decorativo. De hecho, no hay más que ver cómo puede cambiar radicalmente un sofá o un dormitorio según los cojines elegidos.
Saber combinar bien las diferentes tonalidades, estampados y estilos, no es tarea fácil ya que de ello depende que el resultado final sea un éxito o un auténtico desastre. Para ir a lo seguro lo mejor es seguir una serie de consejos que aseguren un buen resultado final, con independencia de modas y tendencias.
- Analizar estilo decorativo de la estancia y elegir unos cojines acordes con él. Por ejemplo, los estampados a rayas suelen ser más formales y adecuados a ambientes clásicos o atemporales, mientras que los estampados de flores se corresponden mejor con ambientes rústicos y románticos.
- El tamaño importa. Se puede jugar con distintas formas y tamaños para crear un efecto aún más decorativo pero guardando siempre la proporción con el lugar donde van a estar colocados. En un sofá pequeño no pongas cojines grandes si no quieres acabar sentado en el suelo, o no llenes una enorme cama de pequeños cojines que luego no sepas donde colocar cuando te quieras acostar en ella.
- Elegir un color que se repita en todos ellos. Se puede elegir un color que esté en la misma gama cromática que el resto de muebles y telas de la habitación o uno que contraste totalmente, así podrás combinar diferentes tipos de estampados de forma armónica. Este mismo consejo también te servirá para actualizar la decoración ya que cuando te canses de ese color, puedes elegir otro.
- Que sea cómodo. Parece obvio pero a veces no pensamos en ello cuando compramos un cojín que nos llama la atención por los adornos que lleva y que luego pueden acabar incrustados en nuestra espalda.
- Si no lo encuentras… DIY! A veces encontramos un cojín del estampado o color que queremos pero no se ajusta al tamaño que deseamos o viceversa, otras veces nos gusta el motivo o estampado del cojín pero el color no es el apropiado. Hacer un cojín o personalizarlos es realmente sencillo, anímate a hacer tus propias fundas de cojín y verás qué fácil es renovar una estancia de forma sencilla y económica.