De ahí la importancia de las cerraduras y de las llaves que las abren. Cuando acabamos de cambiarnos de caso, la hemos recién alquilado o compartíamos piso con alguien que se ha marchado estamos en situaciones en las que conviene que cambiemos la cerradura.
La buena noticia es que, para cambiar la llave de acceso a nuestra casa, no es necesario cambiar toda la cerradura. Basta con sustituir el bombín, esa pieza circular o con forma de pera en la que se introduce la llave. Pero es que, además, resulta que es una maniobra muy fácil de realizar, así que podemos encargarnos nosotros mismos.
Lo que tienes que hacer es quitar el tornillo impar, el que está en el lateral de la puerta, siguiendo la misma línea que el propio bombín. Una vez suelto el tornillo, solo te queda empujar para que salga. Si tu puerta es un modelo blindado, puede que tengas que soltar también la manilla.
Es muy importante que te asegures de comprar un nuevo bombín que encaje en la misma cerradura o todo tu trabajo será en balde. Así que, te recomendamos que cojas el que quieres sustituir y lo lleves a la tienda. Puede variar el “punto”, esto es, la distancia entre el centro de cilindro y el canto de la puerta. Esta distancia es la que determina cuál es el bombín que corresponde a nuestra cerradura.
Para colocar el nuevo, solo hay que introducirlo en el hueco con la llave puesta. Entonces lo fijamos con el tornillo impar. Recuerda que siempre que tengas dudas, consultas con tu cerrajero de confianza.