Vamos a construir un perchero para nuestro recibidor o entradita, con capacidad para muchos abrigos y bolsos. Que no te pongan excusas, a partir de ahora tus amigos no podrán dejar todo tirado en sillas y sofás.
Una amiga me dijo hace unos días que en Semana Santa sólo se pueden ver procesiones o comer torrijas, pero si tienes un hueco te propongo dedicar un rato a hacer este práctico perchero. Como mueble ofrece un montón de posibilidades de almacenaje, pero lo mejor es que es realmente barato en comparación con lo que cuesta comprar uno en cualquier tienda.
Como de costumbre he elegido la madera para realizar este proyecto. Puedes usar los tableros de Leroy Merlín de pino de 18mm o utilizar un tablero de MDF de 16mm.
Para realizar este perchero necesitarás:
-Un tablero de madera
-Lija
-Brocha o rodillo
-Imprimación para madera
-Esmalte acrílico color blanco
-Sierra de calar
-Atornillador y tirafondos
-Cinta de doble cara o cola de carpintero
-Un retal de papel pintado
Construcción Este perchero consta de 5 piezas de madera todas del mismo grosor. Después de cortar las piezas necesarias, dar una lijadita para suavizar y hacer los agujeros guía necesarios, montaremos nuestro perchero con tirafondos y un atornillador.
Puedes seguir esta guía que te he preparado con medidas y los pasos necesarios si quieres construir uno como el mío »
Si te gusta el aspecto de la madera o quieres darle un aspecto más rústico puedes dar una capa de cera o barniz incoloro para resaltar la veta. Para dar un acabado similar al mío tendrás que utilizar una imprimación para madera y una vez seca dar dos manos de esmalte acrílico de color blanco. Añadiremos unos ganchos del estilo que más nos guste, yo elegí unos color acero que vi en ikea, y reutilicé otros del pequeño perchero que antes hacía la función de este.
Este es el aspecto de nuestro mueble tras haber sido pintado. Totalmente blanco igual queda un poco soso, en la siguiente fase vamos a decorar el fondo del perchero.
Decorar la trasera
Para decorar la trasera de nuestro perchero en esta ocasión vamos a usar un retal de papel pintado. Si no tienes podrías pintar la trasera en otro color o forrarlo con una bonita tela. Incluso un papel de regalo lo suficientemente resistente te servirá.
Toma bien las medidas del fondo y trasládalas al retal por detrás. Corta con un cutter afilado ayudándote con una regla metálica o un listón de madera.
Pegaremos nuestro papel con cinta de doble cara. La he puesto a intervalos regulares en vertical, eso me permite rectificar más fácilmente si fuera necesario.
Ahora iré despegando paulatinamente cada tira para adherir la pieza, estirando bien el papel para no formar arrugas. También podría encolarse si no disponéis de la cinta de doble cara.
Una vez terminado lo colgaremos de la pared. Yo he optado por atornillarlo con dos tacos y tirafondos, en vez de las típicas alcayatas y cáncamos. Usa un nivel, para que no te quede torcido.
Para guardar el correo le he añadido unas cajas de cartón, y un pequeño cofrecillo para cosas pequeñas.
Tenemos 9 ganchos a nuestra disposición, lo que nos proporciona almacenaje para multiples prendas y objetos.
A los pies de nuestro perchero hemos creado un banco, que sirve para descalzarte al llegar a casa, poner las mochillas o los cascos de las motos si tenéis. En un próximo post, explicaremos como podéis realizarlo. Lo hemos complementado con unos cestos que siguen añadiendo zona de almacén para las correas y collares de los perros. También podemos guardar y tener a mano, pequeños paraguas, guantes y bufandas, y no perdemos tiempo buscando en cajones y armarios cuando hay prisa.
Ahora la entradita tiene un aspecto más limpio y luminoso, y nos permite tener el resto de estancias más ordenadas. Al llegar a casa, cada prenda tiene su sitio y está a mano para su uso cuando vas a salir.
Y después de terminar el perchero, no soy muy aficionada a ver procesiones, así que a vuestra salud voy a tomarme unas merecidas torrijas. ¿Qué preferís, vino o leche?
¿Os parece útil nuestro perchero? Contadnos cuál es vuestro mejor método para mantener el orden en el recibidor.