Para soportar las condiciones y los efectos del clima: la humedad, la incidencia del sol, los insectos, la madera de los muebles de jardines y terrazas suelen estar preparadas para ello. Para ello debemos aplicar productos protectores que puedan mantenerlos en buen estado durante más tiempo.
De este modo, vamos a hacer un repaso por las cualidades que deberían tener este tipo de productos para ofrecer un resultado eficaz y ser versátiles y efectivos.
1 Primero que nada debemos escoger un producto que sea válido para cualquier tipo de maderas.
2 Por otro lado, deben actuar directamente contra insectos y hongos.
3 Sus efectos deben ser inofensivos para el medio ambiente. Así, existen protectores naturales que no incluyen los denominados 'compuestos orgánicos volátiles', es decir, sustancias tóxicas que se evaporan y se emiten a la atmósfera, y que se encuentran en pinturas y barnices.
4 No deben desprender olores residuales.
5 No deben afectar a las propiedades de la madera.
6 Deben presentar elasticidad y adaptación a los cambios climáticos.
7 Deben ser duraderos e impermeables, es decir, reducir la humedad y la condensación.
8 Es recomendable que sean compatibles con pinturas y barnices.
De este modo, los protectores de madera se clasifican en cuatro tipos en función del tipo de propiedades que presentan y su vía de actuación:
- Fungicidas, que evitan el crecimiento de hongos y moho como resultado del exceso de humedad.
- Insecticidas, que actúan contra los insectos.
- Hidrófugas, que protegen de la humedad.
- Pigmentados, para proteger de la incidencia de los rayos solares.
Foto: Crinklecrankle.com/Flickr