Para mí es importante la primera impresión, y en una casa ese momento es el de entrar.
Este es el aspecto que tenía.
Mejorarlo era imprescindible, una de las primeras cosas que urgía disimular el cuadro de luces.
Para ello utilicé un contrachapado al que le puse una mano de imprimación blanca en la zona donde colocaría la servilleta.
Después de colocar en su sitio la imagen, una pintura a la tiza para integrarla.
En este punto pensé: ¿porqué te empeñas en hacer craquelado, si te sale fatal?
Como la servilleta es simétrica, recorté una de las bicicletas y en su lugar hice un estarcido, de forma estratégica para que coincidan las flores.
Este copete lo compramos en un paseo por el rastro, en uno de esos días que, gracias a la compañía, quedarán siempre en la memoria.
Chicas va por vosotras, y espero ver donde colocáis los vuestros.
Porque la vida se compone de esos momentos que nos hacen querer y creer en una vida plena, encontraros ha sido el mejor regalo.
Pero vamos que me enrollo.
Aquí lo tienes ya integrado.
La base del cuadro son unos listones unidos con escuadras.
El copete hace la doble función de tirador.
Creo que el cambio es considerable.
Con esto me despido, no sin recordarte que pases por uno de los pocos retos en los que participo, el de Anna.
Este mes es especial, cumpleblog y cumple aprendiendo, seguro que será muy interesante.
Llegados a este punto toca despedirse, espero que te haya gustado, también espero tus comentarios con todo el cariño del mundo, ya sabes que me hace mucha ilusión.
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