Para poder realizar bien la tarea tendrás que hacerte con algunos materiales básicos como masilla reconstructora, esmalte acuoso, insecticida para tratamiento curativo de muebles, una bolsa de plástico, cera y retardante de pintura. Para aplicarlos necesitarás brochas, un minitaladro, muelas de óxido de aluminio y cepillo, unos guantes de plástico, gafas de seguridad y un buril.
Sea cual sea la labor que queramos hacer, lo primero de todo será retirar la lámina o la foto que tengamos en el marco. Así trabajaremos más cómodamente y evitaremos el deterioro de la imagen.
Ataques de carcoma
Para reparar un marco que ha sido atacado por la carcoma comenzaremos pasando un cepillo de púas de alambre por toda la superficie. De esta forma se facilita la penetración del producto anticarcoma. Después pasaremos un trapo para quitar el polvo desprendido de la acción anterior.A la hora de aplicar el producto nos pondremos unos guantes y unas gafas protectoras, manteniendo a los niños alejados y eligiendo una habitación con buena ventilación. La mayoría de los productos que encontramos en el mercado para este efecto son aerosoles. Comenzamos aplicándolo abundantemente para que la madera se impregne bien y después insertaremos el producto en los agujeros con la ayuda de la cánula.
En el siguiente paso, envolveremos la pieza de madera con un plástico, sellándolo con cinta adhesiva y lo mantendremos así durante una semana aproximadamente. Los vapores que se condensan dentro matarán a la carcoma.
Una vez hecho el tratamiento, podemos tapar los agujeros que ha provocado este insecto. Lo haremos con cera del mismo tono que el de nuestro marco. Ya está listo para introducirle la lámina y colocarlo en su lugar.
Pequeños golpes
Existe la posibilidad de que nuestros marcos sufran pequeños deterioros causados por algún golpe en la moldura. Si en vez de madera maciza, está hecho de pasta, se puede agrietar y tendremos que reconstruirlo. Con el minitaladro provisto de un cepillo de púas y a velocidad lenta retiraremos los trozos sueltos.Una vez quitadas las impurezas, aplicamos la masilla reparadora con la que reconstruiremos las zonas deterioradas. Asimismo, amasamos el producto hasta obtener un color homogéneo y lo aplicamos en las zonas a reconstruir, dándole forma con la ayuda de un buril.
Endurecida la masilla, le damos la forma definitiva con el minitaladro y una muela de óxido de aluminio con forma cónica, que nos permitirá trabajar con mayor comodidad. Es conveniente hacerlo con velocidad baja para controlar mejor la máquina. Sustituiremos la muela por un cepillo de púas de alambre para imitar las vetas que pueda tener la moldura en la zona reconstruida.
El siguiente paso que debemos dar es aplicar la pintura. Una original técnica para cambiar el aspecto de nuestra antigua moldura es la pintura al agua en dos colores y un producto retardante que ralentizará el tiempo de secado, lo que nos permitirá trabajar mejor para conseguir el acabado deseado. Una buena proporción es usar una mezcla de cuatro partes de pintura por una de retardante.
Comenzaremos aplicando el color de fondo. Una vez hecho, daremos ligeras pinceladas de forma aleatoria por todo el marco con este mismo tono. Los huecos que dejemos sin pintar los cubriremos con el otro color que hayamos seleccionado. Ya tenemos restaurada nuestra moldura, además de haberle dado un original toque de color.