Una vez que decidimos pintar los azulejos debemos saber cómo hacerlo. Nosotros vamos a enseñaros unos truquillos básicos que os pueden ayudar.
En primer lugar debemos tener las herramientas necesarias para poder pintar los azulejos, muy sencillas: rodillo y pintura, claro está .
En cuanto a la pintura, podemos usar dos tipos: o bien la pintura acrílica específica para azulejos o cualquier bote de pintura normal. En este caso deberíamos aplicar una imprimación en el azulejo antes de comenzar a pintar para que la pintura se fije adecuadamente. Es un poco más trabajado pero tenemos la ventaja de poder elegir el color que más nos guste puesto que la pintura específica para azulejos está limitada a una serie de colores. En cuanto al medio de aplicación, podemos aplicar la pintura como queramos pero la forma más sencilla de que nos quede lisa es hacerlo con un rodillo.
A la hora de comenzar nuestra tarea, es conveniente limpiar antes de empezar los azulejos con agua y jabón. No es imprescindible, pero nos ayudará a una impregnación homogénea de la pintura al eliminar los posibles restos de grasa que tengamos en los azulejos. Algo muy importante también es cubrir con plásticos todas las zonas que podamos manchar puesto que sabemos que posteriormente será difícil eliminar la pintura.
Un truco para no estropear nuestro baño o cocina, es hacer una prueba en algún azulejo que esté un poco escondido para que, en caso de que no nos guste, podamos remediarlo sin el mínimo problema. Una vez pintados los azulejos es conveniente, cuando la pintura esté seca, darle una segunda mano para que nos quede homogéneo. Aunque la pintura parezca seca a las dos horas, es mejor dejarla unas seis horas aproximadamente antes de aplicar la siguiente capa.
Un consejo: la pintura para azulejos es especialmente fuerte por lo que es conveniente ventilar en todo momento.
Sencillo, ¿verdad? , pues ¡animaros! que podéis dejar vuestros baños y cocinas como nuevos.