Hola!!
Hoy os vengo a enseñar una restauración distinta de las que he hecho anteriormente. La verdad es que no entraba en mis planes, para nada, arreglar este portafotos, pero el reto en el que voy a participar ha sido lo que me ha empujado a ello. Y la verdad es que estoy muy satisfecha con el resultado.
Estos marcos los compré hace más de 15 años, cuando abrieron la primera tienda de Casa en mi ciudad. Y puse en cada uno de ellos una foto de mis hijos, tal y como eran en aquel momento (¡¡cómo han cambiado!!).
Pero al poco tiempo de tenerlos el marco ovalado se cayó y se rompió el lazo que lo adornaba. Varias veces he pegado el trocito de lazo, pero el marco es muy inestable y se cae una y otra vez. Al final he perdido el trozo de lazo y así lleva un montón de tiempo.
El reto al que me refería es el que organiza mensualmente Anna Llansa en su blog De todo un poco y entre las normas que tiene establecidas está que la ganadora del reto mensual elegirá el tema del mes siguiente. El reto del mes de enero lo ganó Isabel, del blog Isabel Vintage y el tema elegido para febrero fue...¡¡escayola!!. Más de una nos quedamos a cuadros con este tema, sobre todo porque Isabel domina la madera como nadie, pero bueno, ahí estaba y había que echarle imaginación a la cosa.
Y así fue como surgió la idea de reconstruir el portafotos, hacer de nuevo el trocito de lazo que faltaba e intentar unirlo de manera que no volviera a romperse.
Para esta tarea hice primero un molde de silicona, utilizando el lazo de uno de los otros marcos que estaba completo. Estos son los materiales que utilicé:
y éste es el proceso, os lo explico con el siguiente vídeo:
Una vez tuve el molde hice la pasta con la escayola, siguiendo las instrucciones del paquete. Después rebajé la pasta con más agua, para que quedase como una crema y se metiese por todos los recovecos del molde. Como salió mucha cantidad decidí utilizar también estos moldes, que son de repostería.
Llené todos los moldes (la primera vez que lo hice, a la que corresponden estas fotografías, no los llené: los rebosé jaja; luego entendí que era mejor quedar el llenado al nivel de cada figura).
La dejé secar varios días, porque con la humedad que tenemos en este tiempo no me fiaba. Y los empecé a desmoldar con miedo, pero sí, estaban totalmente secos.
Ahora venía la parte más delicada, que era recortar todos los sobrantes para quedar únicamente el trocito que faltaba en el lazo. Con cuidado y paciencia fui quitando con cúter, lima, lija... y muchísima dentera, porque no os lo he dicho, pero la escayola, el yeso, la tiza, todos esos materiales me producen un escalofrío tremendo al manipularlos. Por eso puse el grito en el cielo cuando vi la propuesta de Isabel jaja.
Fui muy ilusa al pensar que con una sola reproducción del lazo iba a ser capaz de recortar el trozo que faltaba. ¡¡Hasta cinco tuve que hacer!!. Se partían con muchísima facilidad, a veces cuando ya casi lo tenía acabado, lo que me puso absolutamente de los nervios en varias ocasiones. Al final opté por hacer una plantilla en cartón e ir pegando en ella los trozos de las distintas réplicas, hasta conseguir un conjunto bastante aceptable:
Cuando estuvo bien seca y fijada la pinté en color blanco y le apliqué una pátina que hice con óleo tierra sombra, que tiene un ligero tono verdoso, igual que el resto del marco.
Estuve tentada de poner fotos actualizadas de mis hijos, pero me parece que a estos marcos tan pequeños y con ese toque tan romántico le quedan mejor las fotos antiguas, con sus carinas de niños. Así es que así se van a quedar.
Espero que os guste y que se haya entendido todo el proceso. Ahora ya vemos que no es tan complicado hacer una pequeña reconstrucción, sólo es cuestión de tiempo y paciencia.
El resto de las figuras que hice en los moldes las iré utilizando para decorar otros trabajos, que os iré enseñando.
Me voy pitando al blog de Anna para ver el resto de los post que participan. El tema es tan original que no me imagino qué habrá ideado cada una para resolverlo. ¿Venís?.
Besos.