El falso estuco ayudará a revestir tus paredes sin demasiados problemas. En este artículo te enseñaremos como hacerlo. Espero que te sea de ayuda.
El estuco es un tipo de revestimiento para paredes lisas que da como resultado diferentes texturas y que se genera al mezclar materiales como el yeso, mármol en polvo, cal apagada y ciertos pigmentos. Así, un tipo de estuco muy popular es el veneciano, cuyo nacimiento se debe a los intentos llevados a cabo por la arquitectura veneciana para dar con una imitación al mármol.
De este modo, este efecto en la pared se consigue aplicando la mezcla de estuco del color deseado en una pared lisa y limpia, con ayuda de una llana. Antes de que esta esté seca, aplicamos la segunda capa con movimientos irregulares y, en caso de ser necesaria, una tercera capa. En las últimas capas es cuando podemos ir moldeando y creando las texturas, acción que podemos realizar con ayuda de la propia llana, una brocha de cerdas gordas o la espátula.
Sin embargo, existe una técnica mucho más sencilla. Se trata del falso estucado, y consiste en crear en la pared la sensación y el efecto del estuco pero sin aplicar el mismo. Así, lo único que necesitaremos será la imprimación y dos tipos de pintura, y los pasos serán los siguientes:
1 Nos aseguramos de que la pared esté bien limpia
2 Aplicamos de una imprimación para que adhiera bien la pintura.
3 Extendemos la primera capa de pintura base y dejamos secar.
4 Aplicamos la otra pintura de manera irregular, en forma de manchas desiguales a lo largo de toda la superficie.
5 Antes de que seque, aplicamos encima de las manchas la primera pintura para que se mezclen ambos colores, y poco a poco vamos extendiendo por toda la pared creando el efecto y la textura deseada.
Así, en este vídeo podéis encontrar otra forma de aplicar el falso estuco:
¿Qué os parece esta técnica para las paredes?
Imágenes: J.B. Flores/Flickr y Valentín, pintura y decoración.