De este modo, el ACS supone para el hogar un cuarto del consumo energético total, por lo que conseguir reducir el gasto que hacemos de la misma es fundamental. Así, para calentar el agua podemos contar con diferentes fuentes de energía y distintos aparatos de calentamiento.
A continuación algunos consejos para ahorrar el consumo del agua caliente:
- Los sistemas de acumulación. Se trata de las calderas o los termos. Su funcionamiento se basa en que mantienen el agua caliente en un depósito para ser empleada en un momento dado. Son los más recomendables cuando el consumo es alto. Sin embargo, gastan más energía y ocupan mucho espacio.
- Sistemas de calentamiento instantáneo. Se trata de calentadores de agua que funcionan según el uso. Su coste energético es mejor, pero es mejor evitarlos en viviendas con muchos habitantes.
- Sistemas mixtos. Tienen un depósito que acumula el agua y que es más pequeño que una caldera, pero también producen de forma instantánea a lo largo del día.
En cualquier caso, lo mejor es tener en cuenta ciertas premisas que nos van a ayudar a hacer un consumo más responsable:
- El primero y fundamental, por obvio que parezca, es evitar despilfarrar el agua y emplearla con precaución.
- Usar el agua a una temperatura templada, no excesivamente caliente.
- Cubrir los calentadores eléctricos con mantas aislantes.
- Reparar posibles goteras lo antes posible.
- Instalar reguladores en los grifos.
- Emplear el lavavajillas y la lavadora solo cuando estén llenos.
- Cuando se tiene instalación de gas, revisarla de forma manual.
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