A la hora de decidirnos entre uno u otro debemos contemplar una serie de cuestiones estéticas y prácticas. Entre las segundas destacamos el presupuesto, el tránsito, los cambios de temperatura, la humedad, la luminosidad... Además, conviene saber que hay suelos que se colocan sobre cualquier base, mientras que la cerámica, los porcelanatos y las piedras naturales necesitan instalarse sobre pisos de obra.
Teniendo en cuenta las tendencias actuales, la madera es la reina de nuestras casas, esa calidez que aporta a cualquier estancia nos conquista.
Qué ocurre si el suelo que queremos cubrir está sometido a excesiva humedad, luz o se encuentra en una zona de tránsito elevado, ¿tenemos opciones igual de acogedoras pero más sufridas o resistentes?
La alternativa que os queremos proponer hoy: los suelos cerámicos.
Y diréis, pero ¿cómo podéis comparar la calidez de la madera con la de un suelo cerámico? Precisamente, porque nos referimos a una tipología muy especial, el suelo cerámico con aspecto de madera. ¿No suena genial?
Ventajas de los suelos cerámicos
Apostamos por los suelos cerámicos por diferentes razones: en primer lugar, por la variedad de diseños, acabados y colores. Aunque, como ya sabéis, nos gusta especialmente el que simula la madera, no será por opciones entre las que elegir: ¡tantas como queramos -gracias a Leroy Merlin-!
Además, la cerámica es un material muy muy resistente, perfecto para estancias muy transitadas como el salón o para aquellas que necesiten un extra de vigor y fortaleza, como pueden ser el cuarto de baño o la cocina. Lo mejor de todo es que para estas últimas aportaremos, gracias a la aplicación de lechada, un extra impermeabilizador... ¿Quién dijo que la humedad era un problema?
Perfecta tanto para interiores como para exteriores, nos permitirá prolongar hasta el infinito (o hasta la extensión que nuestras terrazas, patios y porches nos permitan) nuestros salones. Ampliaremos visualmente el espacio a la vez que conseguiremos ambientes homogéneos.
Por último, no podemos hablar de las ventajas de los suelos cerámicos sin mencionar la que posiblemente será la característica que os terminará de convencer, su precio. Como decíamos anteriormente, existen muchísimos modelos y, por tanto, un amplio abanico de precios que se adaptará a nuestro presupuesto como un guante. Esta característica se verá intensificada si decidimos cambiar una loseta o instalar el suelo nosotros mismos, y es que ahorraremos en mano de obra a la vez que experimentaremos la satisfacción del trabajo bien hecho. Un trabajo que, por otro lado, es mucho más sencillo de lo que jamás os podríais haber imaginado... ¡Vamos a comprobarlo!
Cómo cambiar una baldosa rota
Herramientas y materiales:
Tips:
Si en el momento de la colocación no guardamos unas cuantas baldosas en previsión de futuras reposiciones, no pasa nada, podemos buscar una lo más parecida posible (en Leroy Merlin existen muchísimos modelos, así que esta tarea es bastante sencilla, además de divertida). No obstante, si no fuera así, se puede jugar al contraste con diferentes modelos que, lo que sí es esencial, deben respetar tanto el tamaño como el grosor de las baldosas originales.
Además, deberemos utilizar gafas y guantes durante todo el proceso de colocación.
Colocación:
- En primer lugar, rascaremos con la ayuda del rascador o la espátula las juntas de la baldosa que queremos extraer. En el caso de que la baldosa fuera muy gruesa y se encontrara en el exterior, podemos utilizar una radial teniendo mucho cuidado para no estropear la pieza.
- Con el punzón, golpearemos la parte central de la baldosa para romperla en pedacitos. También nos ayudaremos del cortafríos con este propósito.
- Presionaremos con el contrafíos y la maceta para eliminar cualquier resto de baldosa. Esto es muy importante, la superficie sobre la que coloquemos la nueva pieza debe estar perfectamente limpia y lisa. Teniendo en cuenta este objetivo, volveremos a hacer uso del cortafríos y la espátula para eliminar cualquier resto de adhesivo (no nos olvidemos de las juntas de las baldosas).
- Siempre con los guantes puestos, retiraremos los trocitos de baldosa y el pegamento.
- A continuación, aplicaremos el cemento cola con la llana dentada en todo el hueco y también en la parte posterior de la baldosa.
- Colocaremos la baldosa en su lugar presionando con las manos hasta que quede perfectamente alineada con el resto de piezas.
- Con la maza de goma, golpearemos ligeramente para terminar de ajustar y, con el nivel, comprobaremos que, efectivamente, está alineada.
- Introduciremos las crucetas en cada lado para que las juntas queden a la misma distancia.
- Dejaremos secar el tiempo estipulado por el fabricante del cemento cola.
- Seguidamente, aplicaremos la lechada realizando movimientos en forma de abanico y con la ayuda de una llana de caucho.
- Dejaremos secar de nuevo y, transcurrido el tiempo recomendado por el fabricante, en este caso de la lechada, limpiaremos el conjunto con la esponja.
Instalación del suelo cerámico
Herramientas y materiales:
En cuanto a las piezas de cerámica, hemos realizado una pequeña selección para que podáis comprobar que existen múltiples diseños y tonalidades.
Además, para su colocación, deberemos añadir a la lista de la compra cemento cola y lechada.
Colocación:
- Nos aseguraremos de que la superficie sobre la que se va a instalar el suelo está en perfectas condiciones: limpia y lisa.
- Decidiremos si queremos colocar las piezas de forma paralela o perpendicular a las puertas. Asimismo, pensaremos cuál es la zona de la estancia donde los cortes pasarán más desapercibidos.
- A continuación, mediremos la habitación con el objetivo de calcular el número de piezas enteras que caben en la misma y la medida a la que habrá que cortar las últimas piezas de cada fila.
- Seguidamente, aplicaremos la mezcla de cemento cola y agua (elaborada siguiendo las indicaciones del fabricante) en el suelo. Fila por fila, iremos untando la superficie y la parte posterior de las baldosas cerámicas, las cuales colocaremos presionando con la ayuda del mazo de goma (siempre comprobando que el conjunto está nivelado -emplearemos el nivel de burbuja para ello-).
- Llega el momento de cortar la última pieza de la fila. Tal y como veremos en el siguiente vídeo, podemos emplear un cortador cerámico, si la pieza es de pasta roja, o una radial en el caso de haber seleccionado baldosas porcelánicas. La seguridad siempre es lo primero, así que antes de cortar compraremos la protección adecuada: guantes y gafas.
- Colocaremos esta última pieza de la fila y volveremos a nivelar. Repetiremos el procedimiento hasta completar toda la estancia.
- Transcurrida una hora, humedeceremos la esponja para eliminar cualquier resto de producto.
- Por último, aplicaremos la lechada con la llana de goma ejerciendo una presión uniforme y realizando un movimiento en forma de abanico.
Trucos para el mantenimiento de suelos cerámicos
Ya tenemos nuestro precioso suelo instalado... ¿qué nos queda? Aprender a mantenerlo, ¿no? A continuación os mostramos algunas de las reglas básicas para el perfecto mantenimiento de baldosas cerámicas:
- Mantener una buena limpieza es esencial, sobre todo a la hora de evitar rayones. Además, también debemos evitar dejar caer objetos muy pesados o afilados. No obstante, si ya es demasiado tarde, podremos hacer uso de una de las baldosas que habremos guardado en previsión de futuras reposiciones. El almacenamiento de estas piezas debe realizarse en una estancia protegida del sol y la humedad, y deben colocarse siempre en posición vertical.
Trucos de limpieza:
Si seguís estas indicaciones, podréis disfrutar de ambientes tan bonitos, cálidos y resistentes al paso del tiempo como estos:
¡Nos vemos en el próximo post!