Las puertas estaban tan hinchadas, que no tenía nada claro si serían capaces de volver a encajar y varias bisagras estaban partidas.
Esto son solo algunos de los muchos problemas con los que me he encontrado porque por la parte de abajo, era tocarlo y deshacerse.
Tras mucha lija conseguí que las puertas volvieran a su ser y encajaran a la perfección en sus espacios. Nuevas piezas de madera para formar tres de sus patas y masilla para integrarlas formando los arcos del bonito zócalo. También la utilicé para reparar diferentes golpazos y desconchones varios Un buen lavado tanto por dentro, como por fuera y un tratamiento ANTI- TODO yyy....... llegó el mejor momento:
cuando en nuestra pieza empieza a aparecer todo lo que nosotros habíamos imaginado.
Sustituí los deteriorados tiradores por unos de de los llamados de concha en los cajones y de otro modelo, de cristal, en las puertas. Me ha apetecido romper un poco y que fueran diferentes. Por supuesto, bisagras nuevas y embellecedores de las cerraduras.
Lo que tuve meridianamente claro desde el principio es que quería el interior empapelado y cuando encontré este precioso papel, ya no hubo duda. Fue amor a primera vista y casi da penita tener que cerrarlo ¡aiiiinnnnsssss!.
Su gran capacidad es un desahogo importante en ésta casa en la que vive "alguien" a quien le enamoran vajillas, cristalerías, cuberterías y en general, ropa de mesa. ¿Sabes de quien hablo?. No lo puedo evitar.....
Mi intención era conseguir un estilo FARM HOUSE, que adoro, y por eso era totalmente imprescindible el sutil desgastado por zonas.
La conexión entre éste mueble y yo fue muy especial y casi, casi, me habló y me susurró lo que necesitaba.
Cuando se disfruta tanto con un trabajo, el resultado es siempre positivo. Ahora ya sabes dónde he estado metida éste tiempo: disfrutando con mi amigo mueble. Mucho trabajo, pero verdaderamente enamorada del resultado.
Muchas gracias por tu tiempo. Espero que hayas pasado un ratillo agradable. Nos volvemos a ver prontito.