Una de las aplicaciones habituales de los toldos es dar sombra a la zona de la piscina, por eso pongo la hojilla de mi comentario en esta sección
La foto nos permite analizar un montaje veraniego típico de muchas ciudades mediterráneas, una idea que naturalmente podemos aprovechar en nuestro jardín.
Observemos que las bandas de tela se montan con cierta inclinación, y ello se hace para que no embolsen agua de lluvia.
Las sujeciones deben ser totalmente fiables, ya que el viento las pondrá constantemente a prueba. Pensemos que una vela con las dimensiones de un toldo mediano puede impulsar un barco de 8 toneladas.
Para fabricar un toldo necesitaremos obviamente el tejido y además cuerdas o cables para tensarlo. Por mi experiencia, os aconsejo tensar bien las amarras, sobre todo en zonas de mucho viento: resulta molesto permenecer bajo un toldo que flamea ruidosamente sin cesar.
Este recurso de crear rincones agradables mediante la sombra de los toldos se explota sistemáticamente en la llamada arquitectura textil. Si observamos los diseños, notaremos que las piezas suelen ser triangulares. Intuyo que por motivos de resistencia, pienso que es menos probable desgarrar un paño tirando de tres lados que de cuatro.
Y acerca de la estructura para amarrar las cuerdas, os diré que los espacios pequeños facilitan instalar un toldo: podemos recurrir a los muros y los árboles, sin necesidad de instalar recios 'mástiles'. Para los anclajes en los muros, se impone el taco químico.
¿Os he provocado las ganas de montar un toldo este verano?