¡Hola amigos! Como sabéis, tengo gran afición a los toldos de jardín, los considero una excelente alternativa a los aparatosos (y caros) tejados de obra.
Lo más importante es afianzar bien las amarras del toldo, y para ello podemos recurrir a muros, árboles, elementos del vallado...
Y antes de eso hay que robustecer el tejido en las zonas de tracción, para evitar desgarros. Los avances en el diseño de accesorios específicos, en gran parte venidos de la náutica, hacen que podamos resolver cualquier necesidad en nuestra vivienda.
En esta imagen vemos una solución muy habitual, coser en la tela un material de refuerzo que sujeta la argolla.
Otra manera, más sencilla y rápida, es montar un remache especial, una arandela que en los barcos se denomina ollao. Consta de dos piezas que se encajan por presión, y como tienen bordes dentados, se requiere también un refuerzo en la zona para que no se desgarre el tejido.
Es un mecanismo que funciona muy bien, y por eso de los barcos ha saltado a muchas aplicaciones, por ejemplo las lonas para remolques de coche. Y también, naturalmente, los toldos de jardín Lo vemos detalladamente en este vídeo.
¡No olvides este importante detalle, hay que reforzar el tejido donde van los ollaos! Cumplido ese requisito, ya pueden bufar los vendavales, que tendrás un toldo seguro y resistente hasta el otoño