La fiesta de Halloween es una gozosa ocasión para que los bricolegas desplieguen sus habilidades, con el fin de dar una maravillosa sorpresa a los pequeños de la casa. La celebración tiene marcado carácter infantil y ha alcanzado una gran popularidad, algo muy comprensible dada la pasión de los niños por los monstruos y las brujas.
La figura de una bruja, volando en su escoba sobre los tejados a la luz de la luna, es el personaje universalmente asociado con la noche de Halloween. Los terrores medievales quedaron atrás, y hoy las brujas resultan entrañables y simpáticas como una abuelita traviesa. !El montaje que te proponemos tiene el éxito garantizado!
Los materiales que utilizaremos. Haremos la silueta con tablero contrachapado de 4 mm, que pintaremos antes de cortar, ya que el necesario lijado haría peligrar los numerosos apéndices del diseño. El contrachapado requiere imprimación previa; no debemos aplicar la pintura directamente porque la superficie quedaría deslucida y áspera.
Utilizamos un rodillo de pelo corto, adecuado para pintar madera. Evitaremos manchar la mesa de trabajo colocando debajo bolsas de plástico, los que nos ayudara a trabajar de forma mas ordena.
Cuando haya secado la base, lijamos meticulosamente, primero con lijadora eléctrica y papel medio del 120, y después con lana de acero del cero triple.
Seguidamente, damos la capa de color definitiva. Hemos escogido el verde carruaje, en vez del negro, porque será lo bastante oscuro al atardecer, y durante el día la silueta quedará más a tono como pieza decorativa en el porche, antesala del jardín.
Hemos buscado en Internet un diseño apropiado, y lo abocetamos sobre el tablero sin empeñarnos en copiarlo con milimetrada exactitud, pero cuidando algunos detalles, como los extremos picudos en la nariz, el gorro y los tacones, que dan mucho carácter a la figura. Después de probar en vano diversos útiles de dibujo, encontramos por fin una tiza blanca que deja trazos visibles sobre la pintura verde.
Y ya tenemos por delante una entretenida labor de marquetería. Recordaremos poner el pelo de manera que los dientecillos muerdan hacia abajo, para que el lado visible de la silueta quede sin astillas, con un impecable acabado.
Terminada la fase de corte, llega ahora el lijado final, para el que usaremos una lija muy fina, de grano 400. Para lijar los apéndices sin riesgo de fractura, adoptaremos una sencilla precaución: sujetar la figura por el mismo apéndice que estamos lijando. Así lo vemos con la capa de la bruja.
Otro método para evitar tensiones fatales en la pieza es sujetarla cerca del borde de la mesa, de modo que asome únicamente el canto a pulir, presionando en el mismo apéndice mientras lijamos cuidadosamente.
Con los alicates de boquilla cónica hacemos un arete de alambre para colgar la silueta. Lo pegamos con cianocrilato por el dorso, después de hallar el punto de equilibrio.
Limpiamos la silueta con un paño levemente humedecido, para eliminar los restos de tiza y las partículas de serrín desprendidas por la sierra de marquetería.
Y después de varios ajustes, encontramos un excelente lugar para nuestra bruja, colgándola con un sedal de pesca en un lugar fácilmente visible desde la calle. De esa forma, los pequeños fantasmillas que rondan las casas en busca de golosinas y caramelos sabrán que son bienvenidos. ¡Feliz noche de Halloween!