Y una mecedora fue precisamente la primera restauración de nuestro amigo Torrepón, quien, con la ayuda de nuestros foreros, consiguió finalizarla satisfactoriamente. ¿Lo fundamental del proceso? Un poco de masilla, un buen lijado, unas manos de pintura, y la mecedora acabó como nueva.
La mecedora que encontró Náyade en la calle necesitaba más que un arreglo, pero ella se puso manos a la obra. Lo primero y más costoso del proceso fue el lijado. Lo último, una buena mano de pintura que le dio una cara fresca y renovada. Además, como detalle, Náyade decidió pintarle unas florecillas a juego con el nórdico de la habitación. ¡Una idea genial y muy estética!
Chel72 tuvo suerte y encontró no solo una, sino dos mecedoras, y nada como ver la foto de ambas, una restaurada y otra no, para apreciar el gran trabajo de nuestra usuaria. Un buen consejo para los que tengáis entre manos algo parecido: el nuevo respaldo de la mecedora (que estaba desmontada por completo) ha sido realizado con cinta de persiana.
Por su parte, Trankilo decidió construir una mecedora desde cero y, lo mejor de todo, reciclando maderas de palé, una práctica que nos encanta.
Por último, Santiperez y un amigo se encontraron dos mecedoras abandonadas y decidieron repartirlas. No sabemos cómo quedaría la de su amigo, pero la de Santi, después de buscar y rebuscar piezas hasta tenerla lista de nuevo, preparar el hierro y teñir la madera, este fue el precioso resultado.
¿Qué os parecen estos trabajos?