Cada vez están más de moda los vinilos en todo lo que respecta a la decoración. Y no es de extrañar porque verdaderamente son muy sencillos de colocar y dan un toque muy original a cualquier estancia; una pared blanca, puede cambiar totalmente simplemente con un vinilo. Los hay para todos los lugares de la casa: habitaciones infantiles, de adultos, salones e incluso, también, en la cocina.
Las ventajas son muy numerosas, son un material muy versátil. Además, de su fácil colocación (como ya hemos dicho), son muy sencillos de limpiar y con el tiempo, si se desgastan, se cambian fácilmente y ya está (no son muy caros). Para la cocina, podemos optar por imagénes que nos revoquen a esta estancia de la casa o por frases muy de moda, que nos harán sentir en un ambiente mucho más acogedor.
Si tienes dudas por colocar vinilos sobre azulejos, no os preocupéis, es más sencillo de lo que parece. Simplemente debemos limpiar los azulejos y secarlos correctamente. Después iremos pegando el vinilo con mucho cuidado, podemos ayudarnos con una espátula, un trapo e incluso una tarjeta de crédito, que nos puede ayudar a que no queden burbujas. Si al quitar el plástico transparente quedase alguna burbuja, podemos pincharla suavemente con una aguja para que se eliminen, con cuidado de que no queden marcas. Respecto a las juntas, lo único que tenemos que tener en cuenta es que el vinilo también quede pegado a esta superficie. Para retirarlo, podemos ayudarnos con un poquito de alcohol.
¿Qué os parece? ¿Os animáis con los vinilos?
Imágenes: www.teleadhesivo.com