Lo primero que tenéis que hacer es recopilar todos los cartones que tengáis por casa. Después, primero sobre un papel, dibujaremos el esbozo de lo que queremos que sea nuestro diseño. En este paso pueden participar también los pequeños, para que aporten sus propias ideas.
Una vez tenemos el esbozo, debemos montar la estructura, la base. Si no tenemos un cartón lo suficientemente grande, podemos unir diferentes piezas. Para que se mantenga unido con suficiente sujeción, podemos emplear cinta adhesiva americana, pues luego lo pintaremos todo. Como veis en el dibujo, la estructura se ha realizado en forma de tríptico, pues así podremos doblar la cocina y guardarla sin problemas y es más fácil que se mantenga en pie. Aún así, para facilitar que permanezca de pie, podemos añadir unos pies a modo de marco de fotografía por la parte trasera.
Cuando tengamos la base, comenzamos a elaborar la 'segunda fila' que, además, también influirá en el mantenimiento de la estructura en pie. Por ejemplo, podemos incluir una nevera con baldas en su interior, una estantería, un horno, fogones.. Estas piezas, al tratarse de cartones gruesos, podemos pegarlas con pegamento termofusible.
Una vez tenemos toda la base, comenzamos a pintar. Para ahorrar mucho más, podemos emplear esos botes de pintura que sobraron cuando pintasteis la casa y que tenéis por medio. Conviene que echéis una primera capa blanca para igualar y después apliquéis el color.
Ya se ha secado, así que empezamos a decorar. Veamos algunas ideas: para las paredes, podéis emplear un trozo de cenefa o papel de pared que os haya sobrado de la casa o, si no, con rotuladores o pintura acrílica podéis adornar y hacer los demás dibujos. Con tela que tengáis de sobra, podéis hacer unas bonitas cortinas y unos trapos a juego. También podéis pegar colgadores de plástico, pues la estructura de cartón soportará el peso de los utensilios de juguete.
¿Qué os parece la idea?
Fuente: Growing a green family