La silla es la típica años 50 que seguro que muchos de vosotros tenéis cerca y que es muy habitual encontrar en muchas casas. El caso es que mi hermana sólo tenía una que perteneció a sus suegros, esta era mi oportunidad para hacer un cambio radical.
La silla estaba rota por varias partes, en estos casos cuando queráis encolar piezas que ya han estado restauradas anteriormente lo primero que tenéis que hacer es eliminar todos los restos de cola antiguos, es fácil eliminarlos con agua muy caliente y con un bisturí y mucho cuidado.
Luego hubo que encolar toda la estructura.
Decidí que mi hermana necesitaba una silla de Reina, para eso lo es de su casa y por eso la doré, utilicé láminas de oro falso y la doré al mixtión. Es una técnica sencilla que fácilmente podéis realizar en casa.
Podéis consultar un paso a paso que publique anteriormente.
Trabajos con oro falso
La verdad es que así de dorada tenía gracia, hubo gente que me dijo que la dejará así pero me dio miedo que se cansara pronto de esta imagen por eso decidí patinarla para quitarle tanto brillo. De todas formas me parece que para dar un punto especial a cualquier rincón es una solución muy original.
Con la pátina queda más discreta y quizás se cansen menos de verla.
Y sólo faltaba tapizarla, la tela que eligieron es preciosa, me encanta esa combinación de turquesa y marrón en terciopelo y con un fondo de aspecto más rústico.
Y el resultado final es de lo más original, me encanta como ha quedado. Mi Reina ya tiene su silla.
“Quien tiene un hermano tiene un tesoro”