Hace bastante, un vecino estuvo de limpieza y tiró al contenedor de basura un marco de ventana de hierro, junto con los escombros. Lo vi y de inmediato lo llevé a casa porque...para algo va a servir!
Tengo que confesar que pasó por varias modificaciones antes de llegar al final, algunas condicionadas por el costo. Sería un gran portarretrato hasta que descubrí que la ventana tenía una hoja (que estaba soldada, por eso no la había visto antes) así que de inmediato pasaron a ser dos portarretratos. Pero los vidrios para cada uno de ellos eran enormes, pesados y caros así que tuve que pensar otras opciones...
Esta es la ventana que saqué del contenedor; estaba llena de herrumbre, masilla vieja e incluso restos de vidrios rotos.
Así quedó abierta después que corté el punto de soldadura que mantenía la hoja cerrada. Se puede ver que es grande y pesada. Había pensado en poner un paisaje dividido en los tres espacios, después pensé en buscar fotos de la familia y ampliarlas...
Empecé por cortar las piezas que no servían o que estaban demasiado arruinadas. Así terminé por sacar el espacio más chico del marco y me quedé sólo con dos marcos grandes, unidos por las bisagras de la ventana. Al final, terminé cortando las bisagras y separando los marcos...
Aqui se aprecia el estado de los marcos y las bisagras.
Primero, sesión de espátula para sacar los restos más grandes...
Después unas cuantas pasadas con cepillo de alambre en el taladro, para sacar los restos de óxido, masilla y pintura vieja.
Revisando entre los trastos que siempre guardo "porque para algo va a servir" encontré este rollo de tejido "gallinero" y pensé que sería un buen sustituto del vidrio. Ya no iba a colocar una foto enorme en el marco sino que iba a colgar varias más chicas en él.
Presenté uno de los marcos sobre el tejido y corté la pieza a la medida. Hice lo mismo para los dos marcos.
Se me presentó la dificultad de unir el tejido al marco y que quedara resistente. No tengo soldadora así que tuve que pensar en otras variantes. Al final terminé atando todo con alambre y para rematar le di un par de manos con esmalte sintético blanco.
Pero el alambre a la vista no quedaba bien; pensando en una forma de cubrirlo encontré restos de hilo de cáñamo que uní haciendo trenzas. Los utilicé para disimular el alambre, tensar un poco más el tejido y decorar. Golazo!
Aquí se puede ver un mejor el hilo pasado a través del tejido. Lo puse a espacios irregulares, no cubre todo el marco, sólo algunos tramos donde hay alambre que sujeta el tejido.
Aqui se ven ya terminados. Las fotos no son buenas pero ilustran la idea.
Los portarretratos que colgué tienen una pequeña pinza del lado de atrás que facilita engancharlos en el tejido y no incomoda para nada si quiero cambiar las fotos por otras.
En fin...
Espero que les guste, dejen sus comentarios, son valiosos para mi.
Animarse, ese es el secreto!