Si se quiere, ¡se puede!
¿Os suena de algo el nombre de Laura Singer? Quizá no a priori, pero ¿y si os decimos que esta joven se hizo popular hace un tiempo por guardar toda la basura que generó durante 2 años en un sencillo bote de cristal? La imagen dio la vuelta al mundo, pero lo que la chica deseaba transmitir, más allá de la foto simbólica que se hizo tan viral, era su forma de pensar y de vivir. Desde luego, nosotros hemos sacado en claro algo leyendo sobre su vida: una vida sostenible no solo se puede conseguir, sino que es muy fácil de alcanzar.Pero indaguemos un poco más en la historia de esta joven para entender su éxito. Lauren era solo una ciudadana más que vivía y estudiaba en Nueva York, una ciudad, por cierto, completamente contraria a la filosofía del 'residuo cero' (movimiento ecológico que se basa en reducir al máximo la producción de residuos reutilizando los materiales). Empezó de forma paulatina a preocuparse por las cantidades ingentes de basura que veía apiladas en muchas partes de su barrio, ciudad o escalera. Primero,comenzó a sustituir el tan peligroso plástico por otros materiales más eco sostenibles, después, comenzó a comprar alimentos a granel para, finalmente, vestir de segunda mano por completo. Estas pequeñas acciones dieron lugar a lo que se denomina conciencia ecológica. Lauren tenía claro que quería otra forma de vida para ella y para su planeta.
Con la basura orgánica lo tenía algo más complicado, pero siempre había alguna forma de deshacerse de ella. Por ejemplo, llevarla a lugares donde la convirtieran en compost. Para sorpresa de sus vecinos, amigos o familiares, Lauren no estaba convirtiéndose en una especie de asocial o una chica alejada del mundo. Singer tenía exactamente las mismas inquietudes e intereses que los jóvenes de su edad, solo que ella invertía mucho más tiempo al día en ayudar al planeta que el resto. Conciliar su vida laboral y académica con la vida personal y social, sin que se viera afectada su conciencia por un mundo mejor, fueron los datos definitivos para ganarse la admiración de su entorno. ¿Quién era aquella chica de aspecto ingenuo que estaba removiendo conciencias con su forma de vida?
La 'foto' que cambió todo
A Laura la juzgó más gente de la que le hubiera gustado. Cada ciertos meses se fijaba un reto nuevo y así iba tomando forma una figura que para muchos hoy es ya un referente ecologista. Pero ¿de veras era todo susceptible de ser reutilizado o reciclado? ¿Qué hacía, por ejemplo, con telas, textiles, sábanas o ropa usada? Siempre había un lugar donde se podían reciclar, especialmente en un país como Estados Unidos. Cada nuevo reto solía tener una solución a medio o largo plazo. Abrirse un blog sería el siguiente paso, sin duda. Y es que sus amigos le decían que debía trasladar sus enseñanzas y testimonios a otros jóvenes, adultos y niños del mundo. Mientras lo hacía, Lauren conseguía recetas de todo tipo de potingues envasados y químicos para tampoco tener que comprarlos. Así, fabricaba ella misma la pasta de dientes, el detergente en polvo y líquido y hasta su propia crema o champú. Ni qué decir tiene que también se convirtió en una experta cocinera de comida orgánica.El ejemplo de esta joven ha ayudado a que en EE.UU. se haya abierto el primer restaurante de comida rápida con cero desechos cuyas materias primas vienen de granjeros locales. La basura orgánica se va transformando cada poco tiempo en abono y así se mantiene la cadena. Pero Lauren y este restaurante son todavía muy muy escasos ejemplos de iniciativas ZERO WASTE a lo largo y ancho del planeta. Todos sabemos que lo que verdaderamente habría que hacer es cambiar las leyes para que, por ejemplo, se deje de vender y utilizar el plástico (solo en España se generan 22 millones de toneladas de residuos al año de las que 3 millones es plástico y metal. Sin duda, el peor material para reciclar es el primero, además de ser el más contaminante).
Aunque los cambios eran notorios, la vida de Laura Singer cambió de forma radical cuando se publicó la ya famosa fotografía en la que aparecía con un bote de cristal albergando la basura que había generado durante los dos últimos años de su vida. Al principio, algunos no quisieron creer este hecho, pero Singer se encargó de recorrer platós ofreciendo entrevistas para contar la verdad y el porqué de esta aparente anécdota o hecho simbólico. Había muchísimo esfuerzo detrás que merecía ser contado y recompensado por la Opinión Pública. ¿Cómo? Por ejemplo, entrando en su blog y leyendo los mil y un consejos que Lauren ofrece para todo tipo de personas, estilos de vida, bolsillos... ¡Vamos, que no tenemos excusa!
Como veis, la vida sostenible de esta joven suscita un lógico interés, más todavía en aquellas partes del planeta donde, pudiendo seguir su ejemplo, parece que todavía nos cuesta dejar de
consumir sin conciencia. ¿Qué decís? ¿Nos ponemos como reto cambiarlo? ¡No queremos irnos sin regalaros algunos consejos inspirados en cómo reducir la huella ecológica. Podéis completarlos, como siempre, en el blog de Vivienda Saludable:
- Intenta generar menos o pocos residuos. Parece una tontería, pero la conciencia juega a nuestro favor a la hora de reducir en basura. Si piensas en ello, generarás menos directamente.
- Trata de reutilizar artículos, prendas, libros... muebles que ya no utilizabas para nada. Dar una nueva vida a algo ofrece múltiples ventajas, no sólo económicas. Tiene un halo especial y para muchos espiritual, además de 'estar de moda' (véase lo que ocurre con la ropa vintage). Ya sabes, ¡toca explorar la casa de los abuelos en vacaciones o abrir ese baúl con ropa que ya creías obsoleta!
- Haz planes y acciones que NO requieran comprar o utilizar plástico en todas sus formas.
- Compra a granel siempre que puedas.
¡Nos vemos en el próximo capítulo!