Pintar parece fácil pero la primera vez que utilizas un rodillo te das cuenta de que no es tan sencillo. Al principio cuesta cogerle el punto y suele ser bastante frecuente que algunas zonas queden más claras que otras o que se noten las marcas del rodillo. ¡No tires la toalla! Para obtener un buen resultado final hace falta práctica y conocer algunos trucos para pintar con rodillo.
Todos estamos hartos de oír y leer que pintar es la forma más fácil, rápida y económica de cambiar el aspecto de una estancia. Repletos de optimismo nos enfrentamos a nuestra primera pared, pero varias horas y capas de pintura más tarde nos quedamos con cara de tonto (o tonta en mi caso), mirando las marcas de rodillo y franjas de distinta intensidad de color… En ese momento te viene EL BAJÓN (con mayúsculas) ¿pero cómo has podido hacerlo tan mal? La respuesta es sencilla…. ¡¡¡porque no es tan fácil pintar una pared!!! Se necesita práctica y también cierta técnica a la hora de utilizar el rodillo.
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Reúne un buen equipo
Imagen: polyfibre.co.uk
De nada sirve la técnica si el rodillo es de mala calidad, normalmente un rodillo económico no suele cargar bien la pintura, requiere un tiempo mayor de pintado y es fácil que al final queden marcas.
Existen rodillos mezcla lana y poliéster que suelen dar buenos resultados. Si se limpian convenientemente después de cada trabajo pueden aguantar en perfectas condiciones mucho tiempo, por lo que la inversión merece la pena.
Sin embargo los rodillos de lana cuentan con el inconveniente de que que sueltan pelillos cuando se usan por primera vez. Para evitar que esto suceda se debe enrollar cinta adhesiva alrededor, repitiendo la operación varias veces hasta que deje de soltar pelo.
Por otra parte, además del rodillo necesitarás un mango telescópico y una cubeta con rejilla para completar tu equipo de pintura.
Cómo cargar el rodillo
Para cargar el rodillo de pintura nunca hay que sumergirlo totalmente dentro de la cubeta sino que debemos seguir los siguientes pasos:
1º.- Introduce el rodillo en la pintura pero sólo hasta la mitad.
2º.- A continuación gíralo sobre la rejilla de la cubeta e introduce la otra mitad.
3º.- Retira el exceso de pintura rodándolo suavemente contra la rejilla.
Cómo pintar con rodillo
Imagen: wikihow.com
Existen diferentes formas de pintar una pared con rodillo si bien la técnica en “W” suele garantizar un acabado óptimo y en poco tiempo:
1º.- En primer lugar deberás pasar un brocha por las zonas cercanas al techo, zócalo, sobre puertas y ventanas, así como en las esquinas.
2º.- Tras cargar el rodillo colócalo sobre la esquina inferior de la pared, a unos centímetros del zócalo, y ejerciendo un poco de presión sube hacia el techo pero no en línea recta, sino siguiendo una ligera inclinación.
3º.- Baja el rodillo hacia el suelo pero esta vez en línea recta. Sigue este patrón desde abajo hacia arriba mientras tengas suficiente pintura en el rodillo, si bien no esperes a que no tenga nada de pintura para volver a cargarlo. En este paso puede que se noten algunas marcas pero no te preocupes porque se resuelven en el siguiente paso.
4º.- Una vez pintada la pared y con la pintura todavía fresca deberás volver a pasar el rodillo siguiendo el mismo patrón pero esta vez sin pintura. Recuerda que debes presionar ligeramente sobre la pared, ya que de lo contrario lo único que conseguirás es arrastrar la pintura (por experiencia).
5º.- Por último alisa la pintura tanto en la zona cercana al techo, como sobre zócalo, encima de puertas y ventanas, con el rodillo sin cargar y siguiendo un trazo largo en sentido horizontal.
Pintar sobre mojado
A la hora de pintar hay que ser rápidos ya que si se solapan franjas de pintura húmedas con otras ya secas, será inevitable que queden marcas.
No dejes nunca una pared a medio pintar, calcula el tiempo que tardas en pintar una superficie y planifica tus descansos en función de ello.
Apurar al máximo las esquinas
Imagen: familyhandyman.com
Cuando vamos a pintar una habitación ya sabemos que el paso previo a utilizar el rodillo consiste en pintar con una brocha los bordes del techo, encima del zócalo, puertas, ventanas y esquinas. Sin embargo la textura de la brocha es diferente a la del rodillo, por ello resulta conveniente que el trazo horizontal que hagamos con el rodillo se acerque al máximo al techo, zócalo o esquina para que la marca del pincel se note lo menos posible.
Sin grumos
Cuando un trabajo de pintura requiere varias horas, es fácil que se formen grumos en la pintura que pasarán al rodillo y acabarán en la pared. Para evitarlo puedes colarla o también tapar la cubeta con un trapo húmedo para retrasar el secado. Recuerda también limpiar el rodillo si se han llegado a formar grumos porque puede que queden residuos en él.
El rodillo como los chorros del oro
Antes de guardar el rodillo debemos eliminar cualquier resto de pintura, para ello en primer lugar retira el exceso con un papel secante por ejemplo, para posteriormente enjuagar el rodillo hasta que el agua salga totalmente limpia.
Por último quería comentaros que todos estos trucos para pintar con rodillo no sólo sirven para cuando pintemos paredes, sino que también se puede aplicar en el caso de que pintemos puertas (ver ejemplo en este enlace) o muebles (ver ejemplo en este enlace).
¿Cómo fue tu primera experiencia al pintar una pared? Si fue tan nefasta como la mía no te desanimes, seguro que con un poco de práctica y aplicando estos trucos para pintar con rodillo consigues un buen acabado.
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