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Hola, amigos!!
Creo que este verano ha sido el más intenso de toda mi vida! Después de que nos mudáramos a finales de mayo, he estado decorando y poniendo la casa en orden, trabajando en algunos proyectos que me habían pedido, encargándome de las tareas propias de una casa y pasando tiempo con los niños mientras mi marido sigue fuera porque, recordad, estamos en verano, y vivimos en una isla con mucho por hacer! Escribí sobre ello en nuestras actividades de verano por si os apetece leer cómo paso el tiempo mientras no trabajo.
También he tratado de mantener la casa libre de trastos (por si acaso me vuelvo a mudar, jaja) pero no parece funcionar conmigo. No paro de encontrarme cosas en la calle todo.el.tiempo. Por descontado, no he nacido para dejarlas ahí, y me las llevo a casa.
Esta vez ha sido diferente, porque desde que nos mudamos mi marido no tenía mesita de noche. Vendí la suya antes de la mudanza porque era demasiado grande para la nueva habitación, y como total tampoco estaba en casa pues no me había preocupado mucho. Pero un día pensé que cuando volviera sería estupendo que tuviera una mesita, y empecé a buscar ideas. Y de repente, me encontré con esto al lado de un contenedor.
Tenía la medida perfecta y estaba en muy buenas condiciones. La dejé en la terraza durante un par de semanas, bajo el sol y la lluvia, y el día que quise empezar a trabajar en ella me encontré que la chapa de arriba se había hinchado y tenía que retirarla.
Estoy muy emocionada de haber sido elegida como blogger para Old Fashioned Milk Paint, y tenía unas ganas increíbles de usar este pintura ecológica para este primer proyecto como blogger de marca oficial OFMP!!
Me llevó un buen rato y paciencia librarme de la chapa. Primero probé con una pistola de calor, sin éxito. Luego mojé un paño que dejé reposar encima, y ayudó un poco en algunas áreas. También traté de planchar con vapor sobre el trapo, y nada. Al final decidí respirar hondo, relajarme y usar el martillo. En total fue como una hora… bueno, un poco más porque mis hijas se empeñaron en ayudarme hasta que se aburrieron y lo dieron por imposible. .
La mesita acabó así. Como veis, una madera nada especial.
El cajón tenía este tirador, feo con ganas.
Me libré de él
Aquí empezaba la parte más divertida. Tenía una idea clara de lo que quería, y implicaba pintura y papel de regalo.
Materiales
· Pintura OFMP. Usé los colores Slate y Snow White.
· Extra-Bond
· Papel de regalo
· Cola
· Barniz
· Tijeras y cúter
· Papel de lija
· Brocha
Dejadme que os explique algo sobre OFMP, es una pintura de leche (o milk paint) verdadera, completamente natural, ecológica, no tóxica, y de agua/caseína como base. Siendo una pintura de leche verdadera, el polvo de pintura se tiene que mezclar con agua en un ratio de 1:1 para usarla como pintura, o más diluído para usarla como tinte. La pintura de leche se auto nivela por lo que se obtiene una cobertura perfecta y un tacto muy suave.
En un bol puse un poco del color Slate y también Snow White (a partes iguales), y luego le añadí la misma cantidad de agua. Lo mezclé durante unos minutos para disolver todo el polvo y que no quedaran grumos. También le añadí Extra-Bond para la primera capa porque no quería que la pintura saltara. Si buscamos un efecto desgastado, no hace falta añadirle el Extra-Bond.
Le di una primera mano de pintura y lo dejé secar. Que no cunda el pánico al ver la imagen y cómo se ve la pintura, aunque parezca que van a hacer falta muchas capas para que quede cubierto a la perfección no es así, la segunda capa es mágica!
Cuando estuvo seco, repetí el proceso para mezclar la pintura pero esta vez sin el Extra-Bond para la segunda capa. Recordad que es una pintura orgánica por lo que es mejor preparar la cantidad que vayamos a usar. Si sobra, hay que mantenerla refrigerada.
Mientras secaba, en otro recipiente mezclé cola y agua a partes iguales y lo apliqué al sobre de la mesita.
Le pegué papel de regalo en el sobre, los lados y la parte de abajo.
El truco para obtener un buen acabado en los bordes es lijarlo cuando la cola se ha secado.
Para terminarla, rebusqué por casa un tirador y me gustó uno que encontramos en el suelo de la casa el día que nos mudamos. Me alegra haber podido darle uso y que quedaran tan bien.
¿Recordáis que os dije que la magia sucede en la segunda capa?
El acabado tan suave y perfecto de esta pintura me tiene enamorada!
Estoy pensando en quedarme la mesita para mi rincón de lectura hasta que mi marido regrese.
Transformar mobiliario con decoupage es tan tan sencillo! Y al mismo tiempo crea un impacto en una pieza sencilla.
O quizás aún me encuentre tirado algo más que pueda usarlo como mesita de noche y quedarme esta para mi…
Es que me ha enamorado!
Espero haberos podido inspirar aunque sea un poquito en transformar vuestro propio mobiliario. Si os animáis, me encantaría verlo! Y si os apetece ver otros proyectos, los encontraréis en la Galería.
Gracias por visitarme!
Abrazos,
Pili
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