Cuando yo empecé a usar esta técnica no había productos tan específicos como los que hay hoy en día, pero ahora hay productos maravillosos y fantásticos que nos dan posibilidades y unos resultados mucho mejores.
Los materiales que vamos a usar son:
– Medium de transferencia, o lo que es lo mismo, el producto con el que hacer la transferencia. Va genial y el resultado es muy bueno.
– Pincel de cerdas suaves o esponja de espuma
– Imagen que esté impresa a láser
– Superficie de madera donde queráis hacer el transfer
– Una paleta o tarjeta de crédito que no sirva
– Un recipiente con agua
– Barniz
Si es vuestra primera transferencia coged una tablilla de madera que vayáis a desechar y probad a hacer transferencias pequeñas y vais practicando, aunque el proceso es bastante sencillo, hay personas que se frustran lejos de relajarse y divertirse.
El primer paso es dar el producto a nuestra imagen. La imagen debe de ser impresa a láser, es una única exigencia creo que tenemos que tener en cuenta. Si la imagen va a llevar letras, debéis de modificar la imagen poniéndola como si la miraseis con un espejo. Ya que la imagen una vez transferida se queda al derecho.
Unta bien la superficie de la foto.
Una vez tengamos la foto impregnada del producto, ponemos la imagen sobre la madera. Debemos de poner la parte de la imagen mirando hacia la madera, es decir de manera que se pegue la imagen en la madera. Con mucho cuidado pasamos la paleta o tarjeta por encima para sacar las bolsas de aire que se puedan haber formado.
En las recomendaciones del producto nos dicen que debemos dejar secar solo al aire libre, pero hay quien tiene prisa y usa secador de pelo. A mi lo que más me gusta es esperar a que se seque bien el producto.
Una vez seco todo, es el momento de sacar el transfer y ver como va quedando. Poned un bol de agua a vuestro lado y con vuestros mismos dedos mojados en el agua los lleváis a la imagen que tenéis pegada. Vais frotando poco a poco para quitar los excesos de celulosa, y poco a poco va saliendo la imagen a relucir. Este paso lleva un poquito de tiempo pero ahí está la magia de ver como va saliendo algo que tu estas haciendo.
No tengáis prisa, si os pasáis frotando podéis hacer desaparecer la imagen por completo.
Por último lo que tenéis que hacer para proteger vuestro transfer es darle una capa de barniz, y ya lo tendréis listo para decorar el lugar que más os guste
Os dejo otros ejemplos de los que he recopilado por Internet, al igual que el paso a paso.
También os dejo algunas imágenes preciosas para que podáis usarlas en vuestras manualidades DIY y os queden genial.
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