Como veis, la sencillez es la premisa de proyecto que presentamos a continuación, así como, la facilidad y rapidez de ejecución para derivar en hermosos resultados en cuando a la decoración de un felpudo se trata.
El felpudo es lo primero que nos encontramos al entrar en un hogar y, en parte, nuestra imagen de cara al exterior ya que, por ejemplo, en un piso será lo único que podrán ver desde fuera de nosotros.
Por eso, sin quererlo, un simple felpudo puede ser el perfecto reflejo de nuestra personalidad y nuestro estilo, por lo que qué mejor que decorarlo nosotros mismos. Para ello, lo único que vamos a necesitar es un felpudo liso, cinta de carrocero y pintura acrílica sin diluir o pintura en spray. Para comenzar hay que asegurarnos de que nuestro felpudo se encuentre lo más limpio posible, para ello: cepillamos muy bien nuestro felpudo para erradicar posibles restos de suciedad, también podemos emplear el aspirador. En caso de haber tenido nuestro felpudo en uso y el mismo se halle con mucha suciedad se recomienda pasar un cepillo humedecido con agua caliente, detergentes y un poco de amoniaco.
A continuación, con la cinta de carrocero dibujamos las imágenes que queremos plasmar, siguiendo el diseño que previamente hayamos elaborado.
Después, con una brocha fina vamos rellenando los dibujos, prestando especial atención en los bordes, pues la cinta de carrocero se puede despegar, provocando líneas desiguales. En el caso de hacerlo con un spray, tenemos la opción de repasar con un pincel los laterales.
Asimismo, si se desea ilustrar con figuras no geométricas o de letras podemos fabricar plantillas de acetato para facilitar la elaboración de la gráfica en el felpudo. Esto de haría calcando la imagen o forma que se quiere sobre el acetato haciendo uso de un rotulador, mientras sostenemos la lámina a un trozo de cartón y, posteriormente, recortamos con un cúter.
¿Qué os parece la idea? ¿Os animáis?
Imágenes de Sunday Charm