1. Observar que los filtros estén limpios, ya que de ellos depende la pureza del aire, por lo que esta medida es básica para eliminar la presencia de ácaros, virus... Para ello solo necesitaremos la aspiradora, un cepillo y agua y jabón neutro.
2. Controlar el estado de la unidad de fuera, una tarea que es mejor que realice un profesional.
3. Comprobar que no haya pérdidas en el gas refrigerante, en cuyo caso tendríamos que localizar la fuga y repararla.
4. Limpiar el split interior con agua y jabón neutro, eliminando el polvo acumulado en la rejilla.
Sin embargo, el uso del aire acondicionado viene acompañado de un importante incremento en la factura de la luz, algo que podemos intentar controlar con ciertas medidas:
- Controlar la temperatura, que debe situarse en torno a los 26º en verano. No debemos abusar del aire acondicionado, y para ello podemos conectarlo a un cronotermostato, que nos permita regular los grados del interior de la vivienda, programar el equipo...
- Es importante que el aparato esté en un lugar ventilado, y que no le dé el sol directamente.
- Cuando vayamos a salir de casa, podemos apagar el aire un rato antes y durante ese tiempo aprovechar el ambiente fresco que permanece en la vivienda.
- Durante el día vamos a hacer uso de toldos y persianas para reducir la entrada de calor por incidencia del sol.
- Por las mañanas vamos a ventilar la vivienda durante al menos 10 minutos, y a ser posible mediante ventilación cruzada.
¿Y si no tenemos aire acondicionado, pero queremos instalarlo?
Actualmente, la mejor solución si se tiene la preinstalación hecha en un falso techo o se va a realizar una reforma en la vivienda, es la utilización de aire acondicionado por conductos, ya que es un sistema invisible y muy silencioso. Además, también incluyen una bomba de calor, por lo que proporcionan frescor en verano y calor en invierno.
Por otro lado, tenemos la opción de los splits, que se recomiendan cuando no hay una preinstalación de conductos. Además, muchos equipos también incluyen ya bomba de calor. La gran ventaja de su instalación es que no necesitan una gran reforma, aunque presentan el inconveniente de la estética.
Otra opción es recurrir a las opciones portátiles, que no necesitan apenas instalación, no requieren de mano de obra experta y se pueden mover por las diferentes habitaciones. Se trata de la mejor solución para viviendas de alquiler, segundas residencias...
¿Y qué pasa con las zonas de exterior? Pues que también pueden tener su propio sistema de aire acondicionado con estas dos opciones:
- Los nebulizadores, que se pueden instalar en terrazas o pérgolas, y su funcionamiento se basa en la pulverización de gotas de agua.
- Los climatizadores evaporativos, que se basan en la emisión de vapor frío, son portátiles y funcionan con hielo o agua.
Con los distintos sistemas de aire acondicionado disponibles y siguiendo las claves para hacer un uso responsable de los mismos podremos conseguir una agradable climatización en toda la vivienda, incluyendo el jardín y la terraza. Haz que el exceso de calor no sea un problema este verano y convierte tu hogar en tu refugio.