El primer paso fue desmontar cuidadosamente el cristal de la tapa y las bisagras;
después lijamos a conciencia toda la superficie de madera, para conseguir quitarle todos los restos de barniz y pintura;
le dimos una capa de imprimación y dejamos secar
después pintamos de un color verde aguamarina las dos piezas
Utilizamos un resto de tela de la silla recuperada que hicimos hace unos meses, lo cortamos a medida y lo pegamos con pegamento especial para textil en el interior del joyero.
Para finalizar le dimos un poco de lija (muy suave) a las esquinas y con un poco de betún de judea (rebajado con aguarrás ó disolvente) terminamos de darle un aspecto un poco desgastado.
Ya sólo nos faltaba colocar de nuevo el cristal y las bisagras en su sitio;
El resultado es ,cuanto menos, completamente diferente!!...
¿Os gusta? Para darle un toque clásico metamos nuestro collar de perlas cultivadas (*).
¡Un abrazo y que disfruteis de este largo fin de semana!
(*) (collar 100% plástico jeje)