Empezar un nuevo proyecto de esta envergadura puede suponer un mundo, sobre todo si es la primera vez que te lo planteas. Por eso vamos a darte unos consejos indispensables que deberás tener en cuenta para que tu reforma no sea un auténtico fracaso. ¡Vamos!
¿Por dónde empiezo la reforma?
Cuando decidimos hacer una reforma siempre nos entran las prisas. Queremos que todo se acabe rápido para ver la casa terminada. Paciencia. Las prisas nunca fueron buenas y en este aspecto son peores. ¡Déjalas a un lado! Lo primero que tienes que hacer es tomar decisiones, empezando por el presupuesto. Si no puedes hacer todo de una vez, no lo hagas.Crea un planning
Si quieres, y puedes permitírtelo, contrata a una empresa que te guíe en la reforma. Crea una planificación por estancias y áreas de trabajo para no confundir a los trabajadores. Seguro que no te gustaría que tuviesen que quitar el nuevo suelo del baño porque antes no cambiaron las tuberías, ¿verdad? ¡La planificación es la clave!
Una vez tengas resuelta la difícil tarea de la toma de decisiones, llega el momento de contratar a los profesionales que van a llevar a cabo la obra. Tómate tu tiempo para comparar varias empresas. Es importante que veas trabajos previos e incluso pidas referencias para poder enterarte de su método de trabajo y sus plazos.
Contratar a una empresa siempre es mucho más efectivo que trabajar con un particular. No te fíes de los anuncios que veas por la calle o puedes encontrarte con un albañil que, de repente, te quiere cambiar los sanitarios del baño. Cada profesional tiene su ámbito de trabajo, ¡no lo olvides!
Los materiales de baja calidad aseguran malos resultados
¿De qué hablamos cuando nos referimos a un material de calidad? La calidad viene reflejada en la durabilidad y la eficiencia de un determinado material. Si no lo seleccionas correctamente, puedes llegar a tener un problema muy grande. Imagina, por un momento, que vas a pintar la fachada de tu casa y que usas una pintura más o menos barata, pero resulta que esta no es suficientemente resistente a la lluvia o al calor extremo. Al final tendrías que volver a pintar y, seguro, que no es lo que quieres.
Por eso lo mejor es invertir en calidad. Si compras un material de una marca que tenga experiencia en el sector estarás apostando por durabilidad a largo plazo. Recuerda que debes ver el material en formato físico para comprobar que es el que quieres y, sobre todo, para que no te engañen. Dentro del planning puedes incluir un plano en el que queden delimitadas las estancias y los materiales que se van a usar en cada una.
Los materiales pueden llevarse un gran porcentaje del presupuesto total de la reforma, aunque siempre puedes optar por abaratar costes en el mobiliario reciclando materiales y haciendo muebles con palets, por ejemplo.
Qué debo tener en cuenta después de finalizar la reforma
Hay un aspecto que casi siempre se nos escapa cuando hacemos una reforma en casa: la eficiencia. Al plantear el proyecto y tomar la decisión de cambiar cosas en casa estamos buscando resultados a largo plazo. La eficiencia energética en un aspecto muy importante a tener en cuenta, ya que si no está en nuestro planning podemos llegar a perder una suma importante de dinero en la climatización del hogar.Si quieres cambiar las ventanas, asegúrate de que todas las juntas estén bien selladas para que no entre aire del exterior. Del mismo modo, tampoco obvies el aislamiento, ni dentro de las paredes ni en el tejado. Las planchas de poliestireno son muy buena opción.
Ten presente que una reforma no se hace en un abrir y cerrar de ojos, es un proceso. Es probable que haya detalles que no se puedan acabar o que inclusive no terminen de convencerte. Encontrar el punto en el que estemos cómodos con nuestro hogar puede llevar tiempo. Si llevas un mantenimiento adecuado del resultado de la reforma puedes prolongar su vida durante mucho tiempo, pero recuerda que nada es eterno. ¡Te dejamos unos trucos!
Guarda la pintura
Si pintas la casa recuerda guardar un poco de pintura en tarros de vidrio para poder repasar pequeñas rozaduras y golpes. Agita bien antes de usar para que se mezcle bien el pigmento.
Limpia las tuberías con frecuencia
Puedes usar bicarbonato de sodio, sal y vinagre. Luego vierte agua muy caliente. ¡Listo! Esto no solo sirve para evitar atascos, también para los malos olores.
Evita la humedad
Muchas veces, cuando llueve en invierno, se empiezan a empañar los cristales de las ventanas por la condensación. Ten un trapo o paño a mano para secar los cristales. También ventila las habitaciones. ¡Es muy sencillo!
Como has visto, hacer una reforma puede ser un éxito si sigues estos pasos. En el blog de Vivienda Saludable encontrarás información complementaria que te será de gran ayuda en tus futuros proyectos.
¡Nos vemos pronto!