recuperado del trastero. Del cabecero saldrá otra cosa,
no me cabe duda, aquí se aprovecha todo pues es una madera
muy buena y con un aspecto muy bien conservado.
Aprovechamos unos colgadores muy antiguos de forja
para adaptarlos al piecero.
Pintamos a dos tonos nogal, enceramos y pintamos blanco roto y
decapamos.
Resultado final, sencillo y muy original.