Los cuarterones (o postigos, como también se llaman) son unas puertitas pequeñas que tenían algunas ventanas antiguamente y que servían para regular la luz. Antes se usaban mucho pero en las casas actuales es difícil encontrar una ventana con cuarterones.
Este que os muestro era de una puerta de hierro que había en el patio de mi casa y que en la parte superior tenía cristales y cuarterones de madera. Está muy estropeado por el sol, que le daba directamente, y por los años que ha pasado en el doblao, sin limpiar y sin renovar el barniz. Pero al ser una madera de pino sólida y sin carcoma pensé que respondería bien a cualquier tratamiento.
Decidí hacer un perchero para la entrada de mi casa, utilizando las técnicas de deocupage y estarcido. Así es que los materiales que utilicé son éstos:
El cuarterón, pintura acrílica, motivos florales de una hoja de papel de arroz, pátina marrón clarito y barniz al agua para proteger. Además, claro, decapante para eliminar todos los restos de barniz, papel de lija de distintos grosores y trapos de algodón para retirar la pátina.
La pintura que utilicé no fue en realidad ésta, sino una de la marca Harmony, el tono porcelana fina, que compraba en Leroy Merlin. Pero la última vez me dijeron que para la madera estaban sustituyendo esa marca por esta otra que os muestro en la foto, de Les Dècoratives en tono marfil, y la verdad es que son muy parecidas.
El resultado fue este, un perchero con un mensaje de bienvenida en portugués, que es nuestro pais vecino, lo tenemos muy cerquita y el idioma me encanta, por lo sonoro que es. La traducción sería "bienvenidos a nuestro hogar".
Os pongo algunos detalles un poquito más cerca. La pátina se cuela por las ranuras de la madera y le da ese aspecto envejecido tan bonito.
Las letras las imprimí en una lámina de acetato y las recorté, con mucha paciencia y con un cúter de precisión. Luego fijé el acetato a la madera con cinta de carrocero y fui haciendo el estarcido con un pincel especial para ello, sobre la madera ya terminada pero sin barnizar, que es el último paso.
¿Os gusta? ¿Habéis visto estos cuarterones en las puertas?
Espero que os pueda servir de inspiración.