¿Por qué el ahorro de energía debe empezar en los hogares? Sencillamente, porque el consumo energético ineficiente de una vivienda, de una comunidad, una región y un país entero, termina provocando un agotamiento de las energías no renovables y produce un impacto nefasto sobre el medio ambiente.
En el post de hoy de Vivienda Saludable vamos a exponer cuáles son los sistemas más sostenibles para calentar los hogares.
Estufas de biomasa
Las estufas de biomasa están cada vez más presentes en los hogares porque son seguras, además de ecológicas y económicas (podemos ahorrar hasta 200 euros anuales).
Funcionan como cualquier otra caldera, pero su particularidad radica en el combustible que utiliza: el biocombustible. Y es que a partir de la quema de 'pellets' (materia orgánica transformada para este fin, que normalmente es serrín prensado) se genera un calor que se transmite al circuito de agua de la vivienda.
Las ventajas que ofrecen son que utilizan una fuente de energía renovable y que no contaminan la atmósfera, ya que no emiten gases de efecto invernadero. Y, como desventaja, el gasto inicial, ya que su compra e instalación es algo más cara que en otros sistemas tradicionales. En cualquier caso, se calcula que en cuatro años se amortiza la compra.
Paneles solares y fotovoltaicos
Otra opción para disfrutar de energía verde es a través de los rayos del sol. Los paneles ganan adeptos cada día por los múltiples beneficios que aportan a nivel energético, aportando agua caliente en el caso de los solares y de electricidad en el de los fotovoltaicos. Generalmente se hace una combinación de ambos. Para calentar una vivienda tipo chalet, son necesarios unos 15 m2 de paneles instalados en la superficie. Gracias a sus acumuladores de energía, podrán calentar agua a 45 grados que recorrerá la casa a través de suelos radiantes y tuberías distribuidas por la misma, dando como resultado calor y confort a toda la vivienda. Otra opción es que este agua vaya a parar directamente a los radiadores.
No hay nada tan ecológico como la luz del sor, es 100% renovable, no tiene residuos, si bien la instalación es algo compleja y costosa.
Bomba de calor
La bomba de calor es una máquina térmica que toma calor de un lugar frío y lo pasa a otro más caliente gracias a un trabajo aportado desde el exterior. Su objetivo es aportar calor y mantener caliente el espacio interior.
Asi, las bombas ofrecen un calor agradable y una temperatura estable a un coste energético relativamente económico (con 1 kw/h de electricidad se generan aproximadamente de 5 kw/h de calor).
Sus ventajas: son silenciosas, se instalan fácilmente, son seguras, apenas tienen gastos de mantenimiento y no necesitan depósitos ni chimeneas.
Suelo radiante
Es otra alternativa muy eficiente de calentar el hogar. Se trata de un sistema de tubos que recorren la vivienda bajo el suelo con agua caliente en su interior.
El inconveniente de este sistema, que no es menor, es la complejidad de su instalación, ya que en viviendas que no son de obra nueva es necesario levantar el suelo de toda la casa para poder introducir los tubos y colocar el suelo nuevo encima. La inversión en tiempo y dinero es, pues, importante.
Sin embargo, a la larga lo notaremos en la economía doméstica ya que, como decíamos, son de una gran eficiencia ya que el calor se mantiene en el suelo bastante tiempo después de haber apagado la caldera.
Asimismo, y como último consejo, se recomienda contratar en casa un proveedor de electricidad 100% verde. ¡Te esperamos próximamente en un nuevo post de nuestro blog Vivienda Saludable!