De este modo, la calefacción por techo o suelo radiante es un sistema mucho más eficiente que los radiadores convencionales, ya que funcionan con el agua a unos 45º (siempre y cuando cuente con una caldera capar de trabajar a bajas temperaturas), mientras que en los radiadores asciende a los 70º. Por su parte, los radiadores funcionan a partir del calentamiento del agua, mientras que el suelo radiante trabaja a partir de unas ondas infrarrojas que se convierten en calor solo cuando entran en contacto con personas, muebles, paredes...
De este modo, ¿para qué tipo de espacios es aconsejable emplear este tipo de calefacción?
1 En locales y estancias con techos muy altos. El aire caliente tiende a ir hacia arriba, por lo que con un sistema convencional perderíamos mucho calor. Por tanto, con el suelo radiante nos ahorraríamos ese gasto de energía extra.
2 En viviendas con niños, ya que los suelos resultan mucho más reconfortantes y los niños pueden jugar cómodamente. Además, nos ahorramos los posibles golpes con los radiadores.
3 Viviendas con habitantes alérgicos al polvo, ya que con el suelo radiante el aire no se mueve y, por tanto, no habrá tanta cantidad de partículas.
Así, una vez visto esto, vamos a hacer un resumen de las principales ventajas del suelo radiante:
1 Es mucho más eficiente: Al concentrarse solo en calentar los cuerpos con los que entra en contacto consume mucho menos energía.
2 Al consumir menos energía, supone un importante ahorro económico.
3 Al ir por suelos y techos, estéticamente no es visible ni ocupa espacio.
4 Puede servir también para refrigerar el ambiente en verano.
5 Se puede regular según la estancia.
6 Es muy saludable ya que no reseca el ambiente.
7 No requiere mantenimiento.
Aquí podéis encontrar más información sobre la calefacción en vuestro hogar...