Para trabajar como carpintero creo que se quedaría pequeña, pero como aficionado a la carpintería hace tiempo que quería tener una mesa fresadora que me facilitase el trabajo y aumentase la capacidad de mi pequeño taller.
Lo siguiente es hacerle la defensa que me sirva de guía, pero eso ya será otra entrada.
Acoplar la fresadora portátil a una mesa no supone mucha dificultad, le quitamos la tapa de plástico de la base y la usamos de plantilla para hacer los agujeros en el tablero. Buscamos unos tornillos largos del diámetro de los que usa la tapa que acabamos de quitar, los cortamos a la medida que necesitemos y hacemos un rebaje para las cabezas de los tornillos en la parte superior del tablero. Ya solo queda hacer un agujero en el centro para que pase la fresa y atornillar la fresadora al tablero (cuidado con los tornillos, los primeros que yo usé resultaron ser muy blandos y se rompieron al apretarlos quedando dentro de la base de la fresadora). El problema es regular la altura de la fresadora, por eso antes de nada quise tener listo algún sistema de elevación.
Al principio iba a montar la fresadora en un tablero de 1cm de grosor como el que usé para la sierra de mesa, pero como quería hacer un rebaje para unos insertos ajustables a las fresas y además tenía que rebajar los agujeros para las cabezas de los tornillos, solo me quedarían unos milímetros de tablero entre la cabeza de los tornillos y la base de la fresadora y seguramente acabaría rompiéndose el tablero debajo de la cabeza de los tornillos. Acabé por usar tablero contrachapado de 16mm que compré por piezas precortadas (no quería pagar un tablero entero que me salía muy caro y lo encontré precortado a una medida que se adapta bien a mi mesa). Para que la mesa me quedase igualada tuve que quitar el tablero blanco de la zona de la sierra de mesa y poner otro tablero de contrachapado de 16mm en el sitio.
El rebaje para los insertos lo hice a pulso. Parece complicado de hacer si no tienes práctica, pero cortando antes todo el contorno con un cúter y acercándonos poco a poco al corte veremos como salta la madera, con lo que evitamos pasarnos. Después unos retoques de formón y lija para ajustar el inserto y listo.
Quienes hayáis acoplado un router de este tipo debajo de la mesa sabréis que otro de los problemas es que el portafresas no llega a la altura de la mesa y si la fresa a usar no tiene un mango suficientemente largo podemos encontrarnos con que no la podemos llevar a la altura deseada. Después de algunas pruebas resulta que algunas de mis fresas quedan muy justas, así que voy a acoplar un mandril alargador portafresas que además me facilitará el cambio de fresa. En cuanto me lo manden os lo enseño.
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