2. Verifica siempre antes de manipular tu toldo que ningún obstáculo impide las acciones de apertura o cierre. ¡No debes forzarlo jamás!
3. No lo enrolles cuando esté mojado ya que es probable que se forme moho en la superficie. Debes dejarlo sacar al aire libre.
4. Un truquito es aplicar un sellador después de lavar el toldo, ya que a base de limpiarlo éste puede perder sus propiedades. El sellador sólo debe usarse cuando la lona esté seca.
5. Acude siempre a los profesionales en caso de averías y no te saltes las revisiones periódicas (suelen ser anuales). Así podrás identificar y solucionar posibles problemas de tu toldo antes de que éstos sean demasiado graves.
Aquí tenéis más consejos para cuidar vuestro toldo...