Es evidente que para tener un blog en serio hay que dedicarle tiempo, cosa en mi caso, harto difícil porque no es el tiempo lo que me sobra y menos aún la paciencia (por eso no me dedico a la ciencia).
Intentaré enlazar los dos blogs porque: ¿para qué escirbir dos veces?.
Mi blog de blogger en realidad lo he creado por falta de recursos para hacer una web en condiciones y no hay posibilidad de poner entradas, es simplemente para buscarme la vida, si de ahí me sale trabajo.
Lo que propongo a los foreros de facilísimo es que si hay algún tema en dicho blog que les interese consultar simplemente lo hagais en mi sección o abriendo un post nuevo, o mandándome un mensaje, no será por falta de formas.
Y para esta primera entrada voy a transcribir literalmente la primera nota que escribí en el blog (http://fernandotaranco.blogspot.com/)
y que viene muy a cuento porque estos días hemos estado buscando una solución para un problema de m_karmen y he notado, como muchas veces, que todos, por desconociemiento o por mal asesoramiento usamos las cosas PARA LO QUE NO ESTÁN HECHAS, de ahí la nota.
Espero que se entienda, que os parezca bien y sobre todo, que me digáis todo lo que no os gusta.
Un abrazo, Tato
EN ESPAÑA NO SE LEE:
Salvando las distancias con la salud de las personas quiero hacer hincapié, en esta, mi primera columna, en la importancia que tiene seguir al pié de la letra las instrucciones que todos los productos tienen en sus hojas técnicas. Desde el montaje de un mueble comprado en una gran superficie, pasando por los televisores, los electrodomésticos, etc.
En el caso de los materiales de aplicación en la construcción, tanto en reparaciones como en nueva edificación, se utilizan en muchos casos productos específicos que para cumplir con su cometido se deben aplicar de una manera concreta y en unas condiciones determinadas.
Y cuanto más específico es un producto más necesario es respetar las indicaciones de los fabricantes.
Tengamos en cuenta que todo, o casi todo lo que compramos, es el resultado de muchos años de investigación, que ha sido probado en condiciones extremas tanto en laboratorio como en ensayos en obra y que una vez puesto en el mercado se sigue desarrollando continuamente.
Ya sé que todos nos creemos muy listos, que no tomamos en cuenta casi nunca lo que dicen, no ya la hoja técnica, sino siquiera "el envoltorio" de aquello que vamos a aplicar.
Después de muchos años en el tajo (en la carretera dicen los viejos rockeros) he visto demasiadas veces como las cosas salen mal porque se hacen mal, y luego decimos con ciertos aires de autoridad: yo ya lo he usado y no funciona y lo único que ha pasado, la única causa del mal resultado es que se hacen los trabajos de cualquier manera.
Muchas veces las prisas, los costes que se disparan, el tiempo que no mejora, la mano de obra sin experiencia, el famoso "ya está bien" son los causantes de los graves fallos que vemos en la ejecución de todo tipo de trabajos, ya sean reparaciones o elementos nuevos.
Por eso sostengo que hay que leer las hojas técnicas y "entenderlas". Cuando seguimos al pié de la letra esas benditas instrucciones y usamos cada producto exclusivamente para lo que está recomendado los trabajos quedan bien terminados.
Además, los fabricantes, que suelen responder de las garantías, porque les va su prestigio en ello, tienen medios técnicos para determinar a qué se deben los fallos en la ejecución de los trabajos.
La lectura de las instrucciones de aplicación de los productos y su comprensión son el primer paso para hacer las cosas bien.
En otra ocasión hablaremos de la ejecución.