Además de disponer de un amplio catálogo de modelos, lo que la convierte en un producto muy versátil, las nuevas tecnologías hacen posible la existencia de moquetas antimanchas, con tratamientos antiestáticos y mucho más higiénicas. También son muy fáciles de instalar: las lisas se pueden encolar sin excesivas complicaciones.
Otros modelos incorporan un reverso textil que permite pegarlos al suelo cómodamente. Para ello, sólo tenemos que colocar previamente unas bandas adhesivas en determinados puntos estratégicos del suelo y la moqueta quedará unida al pavimento correctamente. Sin embargo, a veces no hay más remedio que acudir a un profesional. Asegúrate de que tienes algo de experiencia en estas lides antes de ponerte manos a la obra. Una moqueta mal instalada reduce a la mitad su vida útil.
Tipos de moqueta
Existen muchas variedades en función del color, los estampados, las texturas, etc. Antes de decidirte por un modelo concreto, es conveniente que elijas el material que mejor se adapte a tus necesidades.* Fibras vegetales: decorativamente son muy exóticas, además de resistir bien el trasiego diario. Las fibras proceden de plantas tan diversas como el coco, el sisal o las algas.
* Fibras sintéticas: suelen ser baratas y funcionales, perfectas para oficinas y despachos. Los materiales más utilizados son la poliamida y el polipropileno. Un modo habitual de instalarlas es mediante módulos a modo de losetas.
* Lana: es el material más tradicional y el más difícil de instalar para un aficionado al bricolaje. Se trata de un producto natural, inigualable desde el punto de vista industrial por la sensación tan agradable que produce al tacto. Ofrece una sensación muy cálida y está muy mullida. Pero no sólo es excelente desde el punto de vista del bienestar: también es práctica porque es muy resistente y se ensucia poco. El único inconveniente: su precio.
* Combinadas: por ejemplo, mezclas de lana y fibra.
Cuál comprar
A la hora de elegir la moqueta más adecuada para los suelos de nuestro hogar, puedes optar por la que se vende en rollos o la de losetas. En el primer caso, se suelen vender por metro cuadrado y la medida estándar es de 4 metros de anchura, aunque, en el caso de la lana, las dimensiones son más reducidas y se requieren uniones de varias piezas. También existen medidas distintas para moquetas destinadas a lugares específicos como el cuarto de baño, los pasillos o las escaleras.Las losetas suelen tener un tamaño de 50x50 cm. Su comodidad radica en que se instalan fácilmente y que se pueden crear curiosas composiciones de colores y formas alternando módulos diferentes. Además, si alguna se deteriora, basta con retirarla y poner una nueva.
Además, disponemos de algunos indicativos que nos garantizan la calidad del artículo que vayamos a adquirir. Por ejemplo, la etiqueta GUT nos informa de que se ha elaborado sin productos nocivos. Es, por tanto, un indicador ecológico muy fiable. También destaca la protección Scotchgard, que supone una ventaja añadida al artículo ya que impide la acumulación de polvo y es más resistente a las manchas. Otro ejemplo es la etiqueta T, que nos orienta a la hora de elegir, porque determina la resistencia al desgaste (por ejemplo T2 es la más ligera frente a la T5, que es la más fuerte).
Una vez que hemos contemplado estos factores y estudiado nuestras necesidades, sólo nos queda decantarnos por el modelo que más nos guste y que mejor se adapte a la decoración de la estancia. Una vez instalada, la moqueta nos hará disfrutar de un invierno en casa de lo más cálido.