Hoy vamos a hablar de uno de los inventos más antiguos cuando de refrescar hablamos: el ventilador. Y es que no siempre tenemos o podemos hacer frente al calor con el aire acondicionado o climatizador y un buen ventilador nos puede ayudar a hacer frente al sofocante calor del verano.
Una de sus principales ventajas es que es mucho más barato que un aparato de aire acondicionado. Pero una cosa tiene que quedar clara: los ventiladores NO enfrían el aire, sino que lo mueven generando corrientes refrescantes. Además, son mucho más eficaces si se colocan debajo de una ventana, ya que aprovechan el aire proveniente de la calle.
Los principales tipos de ventiladores que te puedes encontrar para tu hogar son:
- De piso: Sus principales ventajas es que son bastante silenciosos y que te lo puedes llevar donde quieras ya que son portátiles. Los pueden encontrar de diferentes tamaños y potencia.
- De mesa: Son ventiladores como los de piso pero más pequeños y con una potencia mucho más baja. Por eso te los recomendamos para usarlos en estancias que requieran de poca ventilación.
- De techo: Van colocados como su nombre indica en el techo y son ventiladores verticales, que tienen las aspas en posición horizontal. Con ello se logra que el aire circule hacia abajo.
- De pared: Quizás este tipo sea el menos popular, en parte porque se coloca de forma permanente. Y con ello, son perfectos para habitaciones pequeñas y alargadas en las que no son viables los de techo o piso. El objetivo es conseguir que circule más el aire.
También es importante tener en cuenta el ahorro de energía y hacer un uso racional de este aparato. Por eso, detecta bien tus necesidades y, si el ventilador es tu solución, no te olvides de tener el aspecto energético muy en cuenta en la calidad-precio del producto.
Aquí podéis descubrir más datos sobre los ventiladores..
Foto: Viviendasaludable.es